El Banco de España prevé que la fase de expansión de la economía se prolongará durante los próximos tres años, aunque el ritmo de crecimiento experimentaría una cierta desaceleración, con el PIB creciendo de media al 2,5% en 2017, al 2,1% en 2018 y al 2% en 2019.

La institución cree que la expansión económica en el periodo 2016-2019 se apoyará en los estímulos monetarios y en los progresos realizados en la corrección de algunos de los principales desequilibrios de la economía, en particular en los avances registrados en los procesos de desendeudamiento de los agentes privados y de recuperación de competitividad exterior.

La creación de empleo continuaría siendo elevada en relación al ritmo de avance del PIB, lo que contribuirá a reducir la tasa de paro, que se situaría, al final del horizonte de proyección, ligeramente por debajo del 15% de la población activa, superior al 12,8% proyectado para el Gobierno para ese año.

En cuanto a los riesgos, el Banco de España subraya las incertidumbres acerca del rumbo de las políticas económicas globales (de modo singular por lo que respecta a la economía estadounidense) y por la salida de Reino Unido de la UE ("Brexit").