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JOSÉ DÍAZ CANSECO | Portavoz en Asturias de la Asociación para la Racionalización de Horarios

"Salir del trabajo a las seis aumenta el tiempo libre y crea empleo ligado al ocio"

"Casi el 68% de las empresas asturianas ya tienen horarios flexibles, pero se pueden hacer más cosas para acabar con el presentismo"

José Díaz Canseco.

El avilesino José Díaz Canseco es un firme defensor del cambio de los horarios laborales en España, de desterrar el presentismo y de apostar por el teletrabajo. Este experto en recursos humanos es el portavoz en Asturias de la Asociación por la Racionalización de Horarios Españoles (Ahore). En las siguientes líneas analiza la propuesta del Gobierno para que las jornadas laborales acaben a las seis de la tarde y sus consecuencias.

-¿Qué opinión le merecen los planes del Gobierno?

-Es positivo y estamos a favor. Ya era hora de que estas cosas se comiencen a tomar en serio en España. El Gobierno tiene muy fácil desarrollarlo y, más o menos, la sociedad lo demanda.

-¿Por qué se ha tardado tanto en dar el paso?

-Nosotros llevamos trabajando en esto doce años. Antes de la crisis, de 2008, se inició una labor de sensibilización, de lluvia fina y de quitar tabúes. Con la recesión el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo que lo veía favorable pero que no era el momento adecuado de hacerlo. Puedo entenderlo porque estábamos en una crisis tremenda en España de la que nos está costando salir y, por lo tanto, ahora que se nota la recuperación está bien retomarlo. Esto viene acompañado de una recuperación del empleo y de las quejas por la falta de calidad de ese trabajo que se crea.

-¿Cómo es la jornada ideal?

-El estándar podría ser un horario flexible de entrada de entre las siete y media y las nueve de la mañana, y salir entre las cuatro y media y las seis. No se debería de echar más de 45 minutos o una hora para comer, y en cuanto a hábitos, costumbres y estilos hay que mitigar los ladrones de tiempo y desterrar el presentismo.

-Con la crisis subió mucho el presentismo, dicen algunos estudios.

-Es curioso que en épocas de crisis el presentismo crece y el absentismo se derrumba. Y, poco a poco, cuando la coyuntura mejora el presentismo baja y el absentismo sube porque no creemos que nuestro puesto peligre.

-¿Será complicado derribar esa barrera cultural del echar un par de horas para comer?

-Si se vive a 10 ó 15 minutos de donde está el trabajo sería casi obligado ir a casa a comer. Se puede volver a estar en el puesto laboral como mucho en una hora. Otra cosa diferente es decir me voy a casa, estoy dos horas, me echo una siesta y me levanto con todo el sopor y vuelvo a trabajar. Esos hábitos, que aún los hay pero que no abundan, hay que ir cambiándolos.El jefe directo es el que tiene mayor capacidad para cambiarlos, porque si lo hace le seguirán.

-Hace años se habló de adelantar el "prime time" en las televisiones ¿en qué quedó?

-RTVE firmó un acuerdo con nosotros sobre ese asunto, pero a los cinco meses volvió a dejarlo como estaba. En Francia o Reino Unido los telediarios, por ejemplo, son a las ocho de la tarde.

-¿Habría que implantar jornadas de seis horas como ya se debate en países como Suecia?

-En los sectores duros como el metal o la construcción donde hay peligro de muerte es difícil mantener la atención a partir de esas horas. En los trabajos mentales podemos estar catorce horas seguidas, pero la hora diez no tendrá nada que ver con la tercera en cuanto a rendimiento. Tiene que haber un cambio generacional en España muy importante para haya esa transformación.

-¿Se debe de apostar más por el teletrabajo?

-Depende. Por ejemplo, en Yahoo teletrabajaba el 98% de la plantilla en EE UU y la nueva presidenta anuló esa medida porque se estaba perdiendo la identidad con la empresa. Teletrabajar no es malo, es tremendamente conciliador, lo malo es hacerlo todo el tiempo. Evidentemente, hay oficios en los que es complicado, como para el obrero de Arcelor.

-¿Es más difícil aplicar estas medidas en el comercio o la hostelería?

-Un bar abre 14 horas y, excesos aparte, no hay ningún camarero que las trabaje todas. Adecuar las jornadas laborales del resto de trabajadores tampoco significa, como se ha dicho, que estos establecimientos vayan a perder dinero. Si la gente termina de forma general su jornada laboral a las seis habrá más gente que vaya al bar, al cine o al supermercado porque tendrán más tiempo libre.

-¿Entonces cambiar los horarios puede crear empleo?

-Puede crear unas décimas ligadas al ocio.

-¿Cómo concilian las empresas asturianas?

-Casi el 68% de las empresas asturianas ya tiene horarios flexibles. No está mal el dato teniendo en cuenta la cantidad de servicios y hostelería que hay en Asturias, pero se pueden hacer más cosas.

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