Moscú y Berlín están desde ayer más cerca con la apertura de una nueva conexión ferroviaria con trenes Talgo que reduce en casi cinco horas el tiempo de recorrido entre dos de las principales ciudades europeas. Con estricta puntualidad a pesar del frío y la nieve, el primer tren "Strizh" (Vencejo) de los ferrocarriles rusos arrancó a las 13.05 hora local de la estación de Kursk de Moscú con destino a la ciudad alemana, donde se le esperaba 20 horas y 14 minutos después. El ahorro de tiempo es posible gracias a los sistemas de pendulación y de cambio automático de ancho de vía que incorpora la tecnología Talgo.