Ikea ha alcanzado un acuerdo con las autoridades de Estado Unidos para pagar una indemnización de 50 millones de dólares (48 millones de euros) a las tres familias estadounidenses cuyos hijos fallecieron aplastados por una cómoda del fabricante sueco, según informó el bufete de abogados que representa a los afectados.

En un comunicado, Feldman Shepherd Wohlgelernter Tanner Weinstock & Dodig, indicó que las partes habían llegado a un acuerdo para zanjar la demanda con el pago de 50 millones de dólares (48 millones de euros), aunque Ikea donará también 150.000 dólares (144.000 euros) a tres hospitales en memoria de las víctimas y además, otorgará otros 100.000 dólares (96.000 euros) a una fundación dedicada a la seguridad del mobiliario doméstico.

Los hechos se remontan a 2014, cuando dos menores de dos años se edad fallecieron sepultados por una cómoda de la línea Malm cuya estabilidad fue puesta en entredicho por el bufete de abogados, que afirmó que el diseño inseguro de los muebles los hacía inherentemente inestables, incumpliendo la normativa estadounidense.

En junio de 2016, tras el fallecimiento de otro niño de 22 meses, el fabricante sueco retiró del mercado 8 millones de cómodas Malm y 21 millones de muebles de otros modelos, aunque anteriormente lanzó un 'kit' de anclaje a la pared para estos modelos.