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Asturias es sobrepasada en riqueza por Galicia y pierde más terreno con Madrid

La profundidad de la crisis cortó la aproximación a la media española en PIB per cápita, aunque las prestaciones sociales sujetan la renta familiar

La década comprendida entre 2006 y 2015, marcada por los efectos destructores de la Gran Recesión (2008-2014), ha amplificado la brecha de desigualdad económica entre las comunidades autónomas, la divergencia en la generación de riqueza que existe entre las regiones más pujantes y las menos dinámicas. La mitad del país ha retrocedido en este tiempo respecto a la media nacional, cediendo más terreno frente a la otra mitad que lideran Madrid y el País Vasco. Asturias ha caído del lado de los perdedores, alejándose de esa parte más próspera de España y siendo sobrepasada por primera vez por Galicia, si bien las pensiones y otras prestaciones sociales siguen sujetando la posición de renta de los hogares asturianos.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de actualizar los datos de contabilidad regional de España, que reflejan el desempeño económico de las autonomías a través de indicadores como el producto interior bruto (PIB) por habitante. Conocido también como renta per cápita, este cociente no informa en realidad de la renta que reciben los ciudadanos, sino de la generación de actividad económica, al poner en relación el valor de los productos y servicios de un territorio y el tamaño de su población. Los últimos datos conocidos y su evolución durante diez años arrojan resultados como los que se explican en las siguientes líneas.

Asturias y España. El PIB por habitante de Asturias (20.384 euros) fue en 2015 equivalente al 87,9% de la media española. La región está por tanto a algo más de doce puntos de ese promedio nacional y también más lejos de ella que en 2006, cuando tal distancia era de diez puntos. El comportamiento de Asturias se explica por el impacto de la crisis en el PIB regional, en parte asociado a las peculiaridades de su sector industrial. Entre 2008 y 2015, la pérdida acumulada superó el 11%, mientras en España no llegó al 5%. La mayor divergencia con el conjunto de país radica así en el hecho de que el hundimiento de la actividad económica fue más profundo en Asturias, pero también en que la fase de recuperación ha sido más tibia desde 2014.

Asturias y Galicia. Asturias ocupa el puesto duodécimo entre las diecisiete autonomías en PIB por habitante. Es la misma posición que diez años atrás, aunque con algunas variaciones respecto a las regiones que están inmediatamente por delante y por detrás, que se han intercambiado. Asturias ha pasado en este tiempo a ser, en términos de PIB per cápita, más rica que Canarias, pero más pobre que Galicia. Este último salto es el más reciente: desde 2013, la comunidad gallega se ha situado por delante del Principado, algo inédito en todos los años precedentes hasta donde llegan las cuentas oficiales que son públicas. Con algunos problemas comunes (la posición periférica, el envejecimiento demográfico o las dificultades del campo), Asturias y Galicia se han desenvuelto de manera diferente tanto durante la Gran Recesión como en la recuperación del crecimiento. La economía gallega ha resistido mejor en términos de PIB y también de empleo (Asturias perdió el 22% de la ocupación entre 2008 y 2014 y Galicia, el 17%, según la Encuesta de Población Activa). La tasa de paro gallega (16,35% en el tercer trimestre de este año) es ahora ligeramente inferior a la asturiana (17,05%).

Asturias y Madrid. El ranking de riqueza está encabezado, como hace diez años, por Madrid, donde el PIB generado por habitante es el 36,7% superior a la media nacional y está el 55% por encima del indicador asturiano de riqueza. Esa distancia se ha ampliado (era del 48% en 2006) incluso a pesar de que la población (divisor en la cuenta de la renta per cápita) ha descendido en Asturias y ha aumentado en Madrid. La comunidad madrileña lidera el grupo de regiones consideradas ricas y del que forman parte también el País Vasco (132,8% de renta per cápita), Navarra (125,4%), Cataluña (119,1%), Aragón (110%), La Rioja (108,8%) y Baleares (104%). Todas ellas mejoraron respecto a la media española durante la última década, con la excepción de Baleares. Las últimas posiciones están ocupadas por Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y Canarias.

El comportamiento del PIB deja ver que la España más dinámica sigue por tanto altamente concentrada en el eje que desde el País Vasco hasta Cataluña integra las regiones del valle del Ebro y conecta la parte más oriental del Cantábrico con el Mediterráneo. La excepción más relevante es Madrid, que favorecida por el poder de atracción de su condición capitalina, ha aumentado la distancia económica respecto a Cataluña.

En ese mapa de la potencia económica, Asturias ocupa una posición de tercer nivel que, sin embargo, mejora si se consideran otras cuentas, las de la renta disponible de los hogares. Con un PIB per cápita que es el decimosegundo peor de España, la renta familiar supera la media (equivalía al 102,6% de ese promedio en 2014) y es la séptima mayor del país. Tal posición responde al efecto de las prestaciones sociales, principalmente las pensiones, y delata la altísima dependencia que tiene el nivel de vida de los asturianos de transferencias que en buena medida se financian a cuenta de impuestos y de cotizaciones sociales recaudados en las autonomías con mayor poderío económico.

Y esa dependencia se ha acentuado durante estos años, según se infiere de la forma en que se han comportado las principales fuentes de renta que reciben los ciudadanos. De acuerdo con otra información recién divulgada por el INE, los ingresos por salarios de los asturianos fueron en 2014 casi un 2% inferiores a los de 2006 y el llamado excedente mixto de explotación (una cuenta que incluye las rentas de los autónomos y los beneficios de las empresas) retrocedieron en ese mismo período el 20%, mientras que las prestaciones sociales (pensiones y subsidios de paro, principalmente) fueron un 35% superiores a los de nueve años antes. Este último dato explica que, con menor riqueza generada (PIB per cápita), Asturias aún supere con claridad a Galicia en la renta que llega a los hogares.

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