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Ideas con patente de negocio

Cinco inventores asturianos presentan sus creaciones, que ya tienen patentadas y a las que están comenzando a sacar rédito comercial

uno de los prototipos de los paneles que construyen en su nave de Gijón.

Asturias patenta sus ideas. Las empresas de la región tiran de imaginación y tratan de diferenciarse de la feroz competencia para intentar subirse a la ola de la recuperación económica. En tiempos de mejoría, la I+D cotiza al alza. Casas industrializadas, potentes sistemas para poder limpiar los pozos más profundos, nuevos soportes publicitarios, regletas de seguridad para instalaciones eléctricas o un transportador de pellets desde un silo hasta la estufa. Ésos son algunos de los finalistas de los últimos premios del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) para elegir la mejor patente regional. Una muestra de que en la región hay buena madera de inventores.

El ganador fue la compañía que se ha reconvertido desde la crisis del ladrillo. La gijonesa Riga ha dado un vuelco al sistema de construcción tradicional industrializando todo el proceso y emulando una cadena de montaje de una fábrica de coches para hacer viviendas unifamiliares. El fundador de la empresa e inventor, Diego Rivero Gallegos, asegura que lo que han tratado es de darle una vuelta de tuerca a la típica construcción de hormigón. Los paneles que fabrican en su nave industrial y que luego encajan pieza a pieza en el lugar donde vaya a estar ubicada la casa usan este material como base, pero cuentan con un potente aislamiento en la cara exterior.

Industrializar todo este proceso constructivo tiene una serie de ventajas, defiende Rivero, entre ellas que los tiempos de montaje de la casa son mucho más cortos. Su equipo es capaz de levantar una vivienda en sólo un par de meses. También son más económicas y tienen las notas más altas en eficiencia energética.

En las instalaciones eléctricas trabaja la compañía Tekox, que ha creado un nuevo modelo de regleta para facilitar el trabajo de los electricistas. Se trata de una pieza cuyo uso está muy extendido en el sector, pero que la empresa ha rediseñado y patentado introduciéndole notables mejoras. Su sistema tiene una tapa de seguridad en uno de sus extremos, con lo que consigue dar un plus de protección con respecto a los modelos tradicionales. Su diseño permite también minimizar los riesgos de fallo eléctrico debido a un falso contacto entre cables, apuntan desde la empresa.

Sin salir de la vivienda, la también llanerense Supersilo ha creado un sistema para transportar pellet (un tipo de combustible a base de madera) desde los silos textiles que ella misma comercializa hasta las estufas que los consumen. El portavoz de la compañía, Abraham Piñera, asegura que el sistema nació de una necesidad de algunos de sus clientes, ya que muchas personas instalaban en sus domicilios este tipo de calefactores, pero dejaban de usarlos por el trastorno que suponía trasladar el combustible desde el lugar donde permanecía almacenado.

Según apunta, están teniendo un gran éxito de ventas en España, Francia, Italia y algunos países del norte europeo como Dinamarca y Suecia. Tanto ha llamado la atención su diseño que la compañía acaba de ser engullida por la alemana ABS Silos, una de las grandes multinacionales de este mercado.

También por necesidades de su negocio se le ocurrió a Miguel Iglesias, de la compañía Hocesva, crear un sistema que permitiera limpiar los residuos, generalmente de arena, que se acumulan en el fondo de pozos de agua de gran profundidad. Su invento está preparado para poder dejar reluciente el fondo de hoyos de hasta cien metros, aunque ya han conseguido ir incluso algo más abajo. "Llevamos ya un par de años funcionando con la máquina y la hemos utilizado por toda España. Hemos estado haciendo limpiezas en Málaga, Madrid y Barcelona", señala. El sistema que tienen patentado es similar al de un descorchador que elimina fácilmente los tapones que se crean en estas profundidades.

Fuera de la industria, el diseñador ovetense Ignacio Martínez ha creado un nuevo soporte publicitario cuyo mensaje varía dependiendo del punto de vista, que ha bautizado como Lenticulart. Su forma, similar a la de un acordeón, permite ese juego visual. Según asegura, "supone un salto hacia atrás en lo tecnológico para captar la atención en su esencia mediante la interactividad del observador".

La imaginación desborda el negocio.

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