La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La casa de quita y pon

La empresa ovetense Reboot 010 idea la fabricación de viviendas portátiles mediante un sistema de ensamblaje inspirado en los coches

Evaristo Menéndez, en la sede de la compañía en Oviedo. MIKI LÓPEZ

A primera vista, fabricar un coche y construir una casa son dos procesos muy diferentes en los que se emplean técnicas y plazos distintos. Una compañía asturiana, Reboot 010, trabaja desde hace un año en industrializar el ladrillo, acortando los procesos de producción, reduciendo los presupuestos de venta e incluso en hacer que, como un automóvil, la casa pueda llevarse de un sitio a otro en caso de mudanza. Su sistema de fabricación, en trámites para patentar y denominado método "ionik", consiste en trasladar la forma de ensamblar un automóvil al mundo de la construcción. Según los promotores, gracias a su sistema se acaba de un plumazo con los retrasos en las entregas, desaparecen los problemas de humedades y las elevadas facturas de calefacción y el precio baja considerablemente.

Evaristo Menéndez, responsable de Reboot 010, y el arquitecto Enrique López quieren así darle una vuelta de tuerca al sector de la construcción, que tecnológicamente había evolucionado poco durante los años de bonanza económica, sostienen. Menéndez tiene una amplia experiencia en el campo de la consultoría de la automoción y la maquinaria y en la comercialización de productos tecnológicos para coches, donde continúa desarrollando parte de su labor profesional. Fue quien se lanzó a combinar ambos mundos.

"Diseñamos las casas igual que si fueran coches; están dirigidas a los jóvenes, para que no tengan que estar atados necesariamente al territorio", explica Menéndez. Son de quita y pon. Una de las peculiaridades de estas construcciones es que pueden trasladarse fácilmente de un vecindario a otro. Los materiales que se utilizan son elementos de perfilería en la estructura y panelado seco, todo para que pueda montarse en una fábrica fácilmente como si fuera un vehículo y para que también se desmonte y pueda trasladarse sin demasiados inconvenientes. Tanto han imitado el sistema de fabricación de los coches que las ventanas de estos inmuebles son como las de un turismo. Funcionan igual que el sistema de ventanillas de los automóviles, simplemente pulsando un botón para que el cristal suba o baje.

El objetivo es que todo encaje al milímetro en los contenedores con los que se traslada el material en los barcos, ya que su intención es establecer una fábrica y desde ella vender las casas a cualquier lugar del mundo.

La casa se monta sobre unos pedestales y en la parte de abajo está equipada con varios depósitos, similares a los de gasolina de un coche, que van recogiendo el agua de la lluvia para que pueda luego ser reutilizada en el interior del inmueble. "La eficiencia energética de la vivienda es total", explica el empresario. Lo que se traduce en que durante el invierno el gasto en calefacción es mínimo.

La idea es que la casa pueda trasladarse de forma rápida. "El sistema está ideado para que la vivienda no sea un impedimento de vida", añade Menéndez. Ademas, el inmueble está preparado, gracias a su sistema de paneles, para que pueda dividirse en caso de divorcio de la pareja, para que cada uno habite una parte sin necesidad de verse.

La compañía está buscando inversores para comenzar a producir en serie. "La construcción tradicional no va, y hay que cambiar la mentalidad de hipotecarse a 40 años", apunta el empresario. Tiene un montón de ideas para mejorar su producto, como cambiar el color de las paredes sin necesidad de pintar, mediante un sistema de paneles.

Otro de los proyectos de la compañía es el de los que llama "iconos urbanos", pequeñas construcciones con forma de montaña que tienen varios usos. El principal es como guardería de bicicletas, pero también disponen de un rocódromo en la parte superior y en la inferior de un espacio para poner una oficina, una tienda o un restaurante.

Compartir el artículo

stats