La plantilla de Duro Felguera expresó ayer su preocupación por la marcha de la centenaria ingeniera asturiana. Los nueve comités de empresa de las filiales y los talleres de la compañía difundieron un comunicado en el que denuncian que las condiciones laborales han ido empeorando considerablemente durante los últimos años, critican la organización del trabajo, acusan a la dirección de falta de diálogo y aseguran que los trabajadores están cada vez más desmotivados. Todos estos ingredientes están provocando que muchos empleados, especialmente los mejor preparados, estén abandonando la empresa para irse a la competencia, denuncian. Un portavoz de la dirección de Duro Felguera replicó que el escenario que describen los comités "no refleja la situación de la empresa" y aseguró estar en "completo desacuerdo" con estas denuncias.

En su escrito, los comités son especialmente críticos con el papel del presidente del grupo, Ángel Antonio del Valle. "La poca resolución de los directivos y de un presidente limitado por su poca experiencia, que nunca rectifica sus propias decisiones erróneas, están llevando a esta compañía asturiana de referencia mundial a la insignificancia". Se añade que se produce una pérdida del nivel adquisitivo de los dos mil trabajadores que forman parte de este conglomerado industrial, mientras que, denuncian, la cúpula directiva ha ido incrementando sus sueldos. "Es difícil de entender por qué hay dinero para los sueldos más altos, y, sin embargo, se precarizan las condiciones de los empleados", apuntan.

Según explicaron fuentes del comité central del grupo, que inició su andadura en verano, los empleados de una de las filiales madrileñas, Núcleo, sufrieron un recorte en sus nóminas del 15% en 2014 y a finales de diciembre la ingeniería les comunicó que se aplicará una nueva reducción salarial, esta vez del 20%. En esta división trabajan unas 180 personas. "Las malas gestiones de la empresa suponen una pérdida de nivel adquisitivo de sus trabajadores, lo que es a todas luces, una decisión errónea más, que sólo consigue que el talento de esta compañía escape hacia otras empresas, que los valoran como se merece", apuntan los comités de empresa.

El resto de trabajadores no está sufriendo recortes tan drásticos en su sueldos, pero la mayoría lleva con la nómina congelada desde hace al menos cuatro años, precisó la misma fuente.

La plantilla teme también que la compañía vaya perdiendo su asturianía. "Lejos de seguir apostando por el futuro desde la propia entidad de la organización, la apertura de la sede de Madrid puede suponer la creación de una organización paralela y duplicada en la capital", critican.

Ante el panorama que denuncian, los comités de empresa esgrimen que llevan varios meses reclamando una reunión con la dirección del grupo. Sin éxito, denuncian, y aluden a que cunde la "desmotivación" en la plantilla. "Se ha implantado una política de recursos humanos deshumanizada que aboga por la rotación del personal, abocando irremediablemente a muchos de los profesionales a abandonar la empresa por pura impotencia. Los que se quedan sólo perciben temor", critican los trabajadores.

La fuga de empleados de Duro Felguera con dirección a otras ingenieras nacionales se ha acelerado últimamente, sostiene los representantes sindicales. Ocurre así, siempre según la misma versión, porque la compañía cuida lo como debe a sus profesionales. "Hay muchos trabajadores que tienen que estar bastante tiempo lejos de su casa porque hay mucha obra en el extranjero, y muchos se están yendo no por culpa de los sueldos sino, porque están muy desmotivados", aseguran fuentes del comité.

Muy crítico, el comunicado asegura que "los representantes de los trabajadores observamos maniatados las continuas estrategias erróneas de la mayoría de sus directivos, y el diálogo con la empresa se hace imposible".