Amalio García Martínez, cofundador y presidente del grupo Carbomec-Emcor, y decano de los empresarios asturianos en activo, falleció en la madrugada de ayer en su domicilio de Oviedo a los 93 años. Hasta la víspera de su muerte se mantuvo al frente de la dirección de sus negocios.

García Martínez (Sotrondio, 1923) fue, con sus socios César Posada y Benigno Suárez, el creador de las sociedades Carbomec, Emcor, Satra, Geosa, Eosa, Bulex y otras (ahora reagrupadas en dos compañías), que se especializaron en el estudio y la mecanización integral de capas de carbón, ejecución y avance de galerías, suministro de equipos para la minería subterránea, sondeos, obra civil y proyectos medioambientales, desarrollo de tecnologías propias para labores subterráneas (tanto de minería como de túneles) y fabricación.

El grupo, fundado por los tres socios en 1978, fue el pionero de la mecanización de las minas asturianas de carbón, con la introducción a partir de 1979-1980, en la ya entonces nacionalizada Minas de Figaredo, de máquinas polacas y de personal minero subcontratado de esa nacionalidad experimentado en el manejo de las técnicas de laboreo automatizado. Con posterioridad, el grupo importó técnicas, maquinaria y personal checo y aplicó estas innovaciones a otras explotaciones de la cuenca cental asturiana y de León. A consecuencia de esta relación, que se profundizó con algunos negocios del grupo en países del Este europeo, el empresario ahora fallecido fue cónsul honorario de la República Checa.

Además de su actividad gestora y accionarial en el grupo Emcor, Amalio García impulsó otros negocios propios, como una empresa comercializadora de neumáticos en Madrid y una sociedad de invernaderos en Almería, de alguna de las cuales se desprendió hace varios años.

Las sociedades del grupo Carbomec-Emcor, propietarias de dos talleres en Gijón que producen cerchas y bulones, se reagruparon en los últimos años en dos compañías, ambas bajo la presidencia de García Martínez: la compañía Satra-Carbomec-Geosa, dedicada a la explotación de yacimientos de carbón de tajo largo, desarrollos geológicos e infraestructuras mineras y civiles, y la empresa Emcor, dedicada a la comercialización para los sectores de minería, sostenimiento, obra civil y trabajos ambientales. En Satra continúan participando las tres familias fundadoras y en Emcor, dos de ellas. En 2016, y a consecuencia de la crisis y del desplome de la obra pública en España, se pactó un expediente de regulación que redujo el empleo de 70 a una treintena de trabajadores. Antes de los grandes ajustes mineros había llegado a dar empleo a 700 personas.

Además de su incursión en Europa del Este, el grupo explotó minas de carbón en Colombia, en 2015 fue adjudicatario del saneamiento de Trinidad y Tobago y recientemente se introdujo en Oriente Medio.

Nacido en Sotrondio (San Martín del Rey Aurelio) el 27 de agosto de 1923 (el próximo verano hubiese cumplido 94 años), García respondía al prototipo del empresario hecho a sí mismo. Uno de sus abuelos y su padre, facultativo de minas, murieron en siniestros mineros. "Mi gran empeño como empresario fue aportar maquinaria y tecnología que redujese la siniestralidad minera", afirmó hace varios años.

Mayor de tres hermanos y huérfano de padre en 1933 (a los diez años), comenzó a trabajar cinco años después de pinche y luego de auxiliar-administrativo en Duro Felguera mientras estudiaba el bachiller nocturno. En 1948 se incorporó a la sociedad Estudios y Representaciones de la Industria y Minería (Erim), fundada en Oviedo por ex directores de mina con los que había trabajado en Duro. La sociedad se dedicó desde su origen a la comercialización de maquinaria de patentes alemana y británica para minería y obra pública.

En 1978, tras una etapa en Madrid como representante de Erim para la venta de equipos para obra civil, y en plena crisis económica, Amalio García decidió retornar al sector minero: vendió la pequeña participación accionarial que poseía en Erim y, con sus socios Posada y Suárez, fundó Emcor, origen del actual grupo.

El grupo se especializó en la mecanización de las explotaciones carboneras, tanto de Asturias como de León, con la introducción de los avances de galerías mecanizados con palas cargadoras neumáticas, la sustitución de las mulas en el acarreo, la incorporación de los minadores a partir de 1988-1989 tanto en el sector carbonero como en el de la obra civil y la importación de equipos y personal polaco y checo. Entre 1997 y 2004 implantaron estas mismas técnicas en minas carboneras colombianas.

Tras Emcor (comercializadora), los tres socios fundaron Satra, dedicada a la preparación de labores mineras; Eosa, con el mismo fin para obra civil; Carbomec, para explotar mineral en tajos largos; Geosa, especializada en desarrollos geológicos; y Bulex, fabricante de bulones y cerchas.

Viudo y padre de cinco hijos (de los que le sobreviven cuatro), Amalio García fue persona ponderada y afable, muy correcta y prudente en el trato, y muy entrañable y afectuoso con sus amistades. Ya nonagenario, y en plena actividad al frente de los negocios, aseguró: "No pudo hacer otra cosa. Si paro, acabo. Estoy condenado a trabajar hasta que me muera". Su último día de trabajo fue anteayer. Hizo una jornada normal en la empresa. Su fallecimiento se produjo de madrugada en su domicilio y de forma inesperada. La capilla ardiente se instaló en el tanatorio Ciudad de Oviedo, en Los Arenales, y su funeral se hará hoy, a las 18 horas, en la basílica San Juan El Real.