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Las subvenciones llegaron a suponer el 84% de los ingresos de UGT

El sindicato manejó en 2009 casi cinco millones de fondos públicos, sin contar los de formación gestionados por IFES

La Unión Regional de UGT en Asturias llegó a mover en subvenciones casi cinco millones de euros al año, equivalentes en ejercicios como el de 2009 al 84% de todos los ingresos que obtenía el sindicato. Tales cifras no incluyen los fondos de formación que solicitaba y gestionaba de forma directa el Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES), la fundación de ámbito confederal con la que el sindicato organizaba cursos en todas las comunidades autónomas.

En el año citado, el de mayores ingresos para UGT-Asturias de los últimos siete ejercicios, el sindicato accedió a recursos del Principado y de otras Administraciones para formación de trabajadores ocupados, formación de parados (a través del Fondo Social Europeo), programas de bienestar social, promoción de la mujer y de la juventud, orientación laboral a desempleados (proyecto Opea) o actividades de prevención de riesgos laborales. Se trata en todos los casos de subvenciones finalistas. Esto es, el dinero público se concedía para desarrollar un trabajo determinado cuyos gastos se debían justificar con arreglo a la normativa estatal y regional de subvenciones. Varios de esos programas requerían la contratación por el sindicato de personas que se incorporaban a su estructura y también facultaban a los beneficiarios a repercutir gastos generales (costes "indirectos") dentro de unos límites.

Los ingresos de procedencia pública se completaban con la aportación recibida del Principado en concepto de "participación institucional", la presencia de miembros de UGT, al igual que de los otros dos grandes agentes sociales (CC OO y la patronal FADE) en órganos consultivos, patronatos y otros análogos de la Administración. En 2009, esa aportación era de 600.000 euros, si bien en los años siguientes se redujo considerablemente.

Los ingresos por las cuotas de afiliados e ingresos de usuarios (pagos por servicios jurídicos, por ejemplo) fueron en aquellos años una parte menor del presupuesto de UGT. En 2009, con más de 49.000 afiliados, esos ingresos no llegaron al millón de euros.

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