Asturias acabó enero con 3.198 personas más en el paro que durante el mes anterior. Ese balance equivale a un aumento diario de cien desempleados que se explica principalmente por el final de muchas contrataciones temporales de diciembre (a menudo ligadas a la Navidad) y que pone el foco sobre una realidad laboral que se acentuó con la Gran Recesión y que persiste en la fase actual de recuperación: la precariedad y muy corta duración de buena parte de la oferta de empleo, que hace que miles de trabajadores sólo logren salir por unas semanas de las listas del paro.

Enero trae siempre más desempleo en España y en Asturias por la estacionalidad de muchos de los contratos firmados en diciembre en actividades como el comercio, la logística o la hostelería. Ese patrón se repitió esta vez con los siguientes resultados: la región registró un aumento mensual del paro del 3,85% (hasta alcanzar las 86.192 personas), que más que duplicó el promedio del país (1,55%) y que fue el segundo más intenso del país (por detrás del 3,95% de Cantabria).

Tal aumento de la relación de parados resulta de una contracción del empleo que redujo en 4.820 los trabajadores afiliados a la Seguridad Social. La información estadística conocida ayer muestra que casi todo ese trabajo que se esfumó pertenecía al sector servicios, el más intensivo en contrataciones y también el más caracterizado por la volatilidad de la oferta laboral. De un mes para otro, el paro aumentó modestamente en la industria, se redujo también muy ligeramente en la construcción y en el campo y registró un incremento de apariencia explosiva en las actividades terciarias, con 3.193 desempleados más (5,56%). Hay más de 60.000 asturianos inscritos en las oficinas públicas de empleo como demandantes de ocupaciones en el sector servicios, al que pertenece la mayor parte de los contratos que se firman.

El mercado laboral asturiano genera cada mes una media superior a las 25.000 contrataciones, de las que más del 90% son temporales. Y entre estas últimas, el 50% tienen una duración inferior a un mes. De este último tipo son muchos de los trabajos que en diciembre sacaron del paro a miles de asturianos y que en enero finalizaron, conforme a una dinámica que se repite con parecida o mayor intensidad al final de la Semana Santa y del verano, cuando las empresas más pegadas al negocio turístico prescinden de empleados eventuales.

Esa inestabilidad laboral fue particularmente gravosa para las mujeres el pasado enero. El paro entre las asturianas aumentó el 4,90% en un mes, frente al 2,64% de los varones. Afectó también de manera principal a trabajadores de edades comprendidas entre los 25 y los 45 años y lo hizo de manera singular en concejos con un alto perfil comercial. Oviedo (4,24%) y Siero (4,19%) registraron los mayores incrementos del desempleo entre los grandes municipios.

El mercado laboral empeoró de un mes para otro, pero mantiene su mejoría en la perspectiva interanual: Asturias tiene 7.010 parados menos que a la misma altura de 2016 y 4.568 afiliados más a la Seguridad Social, si bien en ambos parámetros la región presenta de nuevo un comportamiento menos dinámico que el conjunto de España. Al contrario de lo que ocurrió con la Encuesta de Población Activa, que recientemente atribuyó a la comunidad una creación de empleo más vigorosa, el aumento de cotizantes (1,32% interanual) coloca a Asturias a la cola del país en la intensidad de la recuperación del empleo.