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El capital extranjero se lanza a adquirir pymes asturianas en apuros o que despuntan

Compañías del golfo Pérsico se han sumado en los últimos meses a las de Centroeuropa, principales compradores

El capital extranjero se lanza a adquirir pymes asturianas en apuros o que despuntan

El capital extranjero ha puesto el punto de mira en las pequeñas y medianas empresas asturianas. Compañías e inversores de Francia, Alemania y hasta de países del golfo Pérsico han adquirido en los últimos meses pymes asturianas con dos perfiles claros: o bien son compañías muy especializadas en sectores emergentes y con proyección internacional, o bien son empresas de sectores tradicionales que se han debilitado por la crisis y que pueden adquirirse a precios ventajosos.

Con el cambio de siglo y el avance de la globalización, buena parte de las grandes empresas asturianas quedaron en manos extranjeras. En esa primera oleada de compras la suiza Xstrata adquirió Asturiana de Zinc, la portuguesa EDP se hizo con Hidroeléctrica del Cantábrico, la norteamericana Alcoa con Inespal (antigua Endasa), la británica National Express integró a Alsa? Fue un proceso que se ha prolongado a lo largo de este siglo y que ha tenido su último capítulo en 2015 con la compra de la compañía asturiana de telecomunicación Telecable por la británica Zegona.

Desde hace un lustro, y en paralelo a ese proceso de compra de grandes compañías, el capital extranjero también ha empezado a interesarse por las pequeñas y medianas empresas. En algunos casos son compañías que despuntaban en sectores emergentes, como ocurrió con la empresa de inteligencia analítica Neo Metrics, adquirida por la consultora tecnológica irlandesa Accenture. Pero en otros casos fueron empresas de sectores tradicionales que estaban pasando por apuros económicos o en procesos de liquidación. Así, la compañía argelina Cevital se hizo con la empresa de perfiles Alas Aluminium, el grupo chino Boer Power Holdings se quedó con activos del grupo Temper, la mexicana Global SMM 2009 reflotó Aguas de Fuensanta y la compañía suiza Eumedica Pharmaceuticals adquirió Farmastur, la antigua Asturpharma.

Esta nueva oleada de adquisiciones de pymes asturianas se ha intensificado en los últimos meses y además, como compradores, aparecen ahora empresas e inversores de nuevos países ricos, como los situados en el golfo Pérsico. El desembarco de las compañías de Arabia comenzó con Bahrain Mumtalakat Holding Company, un fondo soberano de Baréin que adquirió el 49% de Asturiana de Aleaciones (Aleastur), compañía avilesina de aleaciones para la industria del aluminio. Y ahora Valtronics, compañía de distribución de válvulas industriales con sede en Dubai, en Emiratos Árabes Unidos, acaba de adquirir Talleres Jesús Álvarez, empresa familiar de La Felguera con más de 60 años de vida y especializada en mecanizados de precisión, principalmente componentes de aerogeneradores y válvulas para la industria petroquímica y los gasoductos. Valtronics distribuye en oriente medio las válvulas que fabrica la empresa langreana, que a raíz del parón eólico y de la crisis general comenzó a tener problemas económicos. Valtronics entró en el accionariado de la empresa con una participación y finalmente se ha hecho con el control de la compañía langreana para intentar relanzarla.

El fondo de inversión alemán Quantum Capital Partners también adquirió hace menos de un año la fábrica gijonesa de amortiguadores de la multinacional Tenneco. Fue una operación de oportunidad, como la de Valtronics.

Junto con esas operaciones ligadas a la crisis también siguen dándose las vinculadas a sectores emergentes. Así, el pasado año la multinacional francesa Abeo cerró la adquisición total de la compañía avilesina Top 30, uno de los principales fabricantes mundiales de rocódromos de escalada y que había diversificado su negocio con la entrada en los centros de ocio. Y la última operación de este tipo acaba de cerrarse. La compañía alemana A. B. S., uno de los principales fabricantes mundiales de silos textiles para almacenamiento y transporte, acaba de adquirir la empresa asturiana Supersilo, perteneciente al mismo sector y especializada en silos para almacenar biomasa.

Supersilo nació en el año 2010 en el semillero de empresas de Valnalón impulsada por cuatro socias. Las naves públicas de alquiler del polígono industrial langreano pronto se le quedaron pequeñas a la empresa por su expansión internacional, por lo que se trasladó al polígono de Asipo, en Llanera. Ahora uno de sus competidores las ha absorbido. "Con Supersilo adquirimos una empresa que a través de su fuerza comercial en la zona del sur de Europa se complementa perfectamente con la estructura de clientes de A.B.S. y permite extender nuestro catálogo de productos", señaló Heike Stang, director general de A.B.S., que destacó que " con la adquisición de una nueva planta de fabricación también podemos reaccionar con mayor flexibilidad a las necesidades de los mercados".

Supersilo se ha convertido en filial de A. B. S. y se suma a las 70 filiales de empresas extranjeras que hay en Asturias según el Instituto Nacional de Estadística.

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