El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid ha desestimado la demanda por competencia desleal que la patronal de empresas de transporte en autobús y autocar Confebús presentó a mediados de 2015 contra Blablacar, la web que conecta personas para compartir viajes en coches particulares que, de esta forma, evita su cierre. El magistrado Andrés Sánchez Magro, el mismo que en 2014 dictó el cierre de Uber en España, descarta ahora que Blablacar preste un servicio de transporte profesional sin tener autorización para ello. Al contrario, el juez considera que esta empresa constituye una "plataforma, no para organizar el transporte, sino para poner en contacto a particulares que quieren realizar un viaje juntos y compartir gastos". El juez sustenta su consideración en que Blablacar no tiene contratados conductores. "Son particulares que por su cuenta y riesgo buscan personas que tengan interés en realizar ese mismo viaje".