La reforma de la acería y dos hornos altos acometida el año pasado por Arcelor-Mittal en Asturias ha sido "la mayor de Europa y probablemente del mundo", indicó ayer en Gijón el director de la división de negocio suroeste de Arcelor-Mittal Europa, José Manuel Arias, tras recoger el premio a la seguridad industrial de la Asociación de Organismos de Control y Afines del Principado de Asturias (Asocas). Arias destacó cómo la empresa tuvo que coordinar a 44 empresas auxiliares en la acería y 30 en los hornos altos con más de mil personas trabajando simultáneamente, y todo ello "cumpliendo el objetivo de cero siniestralidad", una meta irrenunciable para una compañía que en Asturias mantiene a 7.000 personas trabajando en el día a día y que basa los buenos resultados en "el éxito del equipo de gestión".

Además de Arcelor, ayer también fue premiada por Asocas la compañía asturiana Electra Norte, fundada en 1923 por Perfecto Díaz como Electra de Carbayín para el suministro de electricidad en la zona de Siero y Bimenes. La empresa ha crecido desde entonces para convertirse en una compañía internacionalizada, pionera en la conexión a la red de plantas fotovoltaicas, en la venta de energía verde, en la puesta en marcha de parques eólicos y en el aprovechamiento de nuevos recursos energéticos renovables. Hoy en día cuentan con delegaciones permanentes en Rumanía y Moldavia y participa en la explotación de la central minihidráulica Ensenada, en la Región de los Lagos, en Chile, con perspectivas de continuar creciendo en los próximos años.

Y todo ello, con el valor añadido de llevar funcionando 90 años de forma ininterrumpida y de "haber permanecido siempre en Asturias por decisión de los fundadores", indicó en el acto María Díaz, directora de gestión de un equipo premiado ayer por su compromiso con la seguridad. Díaz aprovechó también para demandar una revisión de los parámetros de precios de la energía eléctrica y medidas para democratizar la generación y consumo.