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Arcelor frenará inversiones en Asturias si la UE encarece los permisos de emisión de CO2

El Parlamento Europeo votará el miércoles una propuesta de la Comisión que incrementa en 900 millones la factura anual que paga la siderúrgica por el dióxido de carbono

Arcelor frenará inversiones en Asturias si la UE encarece los permisos de emisión de CO2

El Parlamento Europeo votará pasado mañana una propuesta de la Comisión para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y avanzar en la lucha contra el cambio climático. La modificación de la actual directiva, de ser aprobada, encarecerá los permisos de emisión de CO2 y multinacionales como Arcelor-Mittal ya han echado cuentas. La compañía calcula que la propuesta de la Comisión Europa (CE) subirá su factura anual de carbono en 900 millones de euros. "El incremento es brutal. De aprobarse afectará a las inversiones en las plantas de Asturias e, incluso, puede que al empleo", señalaron fuentes de Arcelor-Mittal.

Durante el último año, las compañías siderúrgicas europeas han mantenido un pulso con las instituciones comunitarias para exigir barreras a la "competencia desleal" del acero chino e impedir que el país asiático sea reconocido como economía de mercado. Conseguido en parte el objetivo, la nueva batalla se centra ahora en los permisos de emisión de CO2.

Arcelor-Mittal cerró el pasado ejercicio con unos beneficios de más de 1.600 millones de euros gracias al incremento de productividad y a las barreras arancelarias al acero chino. La compañía anunció la semana pasada que elevará la inversión en 2017 hasta 2.700 millones de euros, 500 millones más que en 2016, y que seguirá apostando por la modernización de sus plantas. Sin embargo, esos planes pueden variar en Europa dependiendo del resultado de la votación del miércoles en el parlamento.

Arcelor-Mittal cifra en 900 millones de euros anuales el sobrecoste que tendrá para la compañía los cambios planteados por la CE en el mercado de carbono europeo (ETS). Para destacar su volumen, desde la compañía apuntan que el resultado operativo (ebitda) de la compañía en Europa en 2016 fue de 2.355 millones de euros, por lo que el sobrecoste de las emisiones absorbería casi el 40%.

Fuentes de Arcelor-Mittal destacaron que encarecimiento de las emisiones "será de varios millones de euros" en el caso de las plantas de Avilés y Gijón. "Provocará una reducción de las inversiones e, incluso, puede que del empleo", advirtió un portavoz de la multinacional. Acelor-Mittal acaba de culminar en Asturias el grueso de un paquete de inversiones de más de 100 millones de euros -que incluyó la sustitución de una de las dos máquinas de colada continua y del convertido de la acería de Avilés, la mejora de los dos altos hornos de Gijón-, pero tiene en cartera otro paquete de cerca de 150 millones -que incluye la conclusión de las obras de ampliación del tren de carril y la reconstrucción de las baterías de coque de Gijón- y tiene pendiente la sustitución de la segunda maquina de colada de la acería de Avilés

La salida de la crisis económica incrementó la demanda de acero y durante los dos últimos años las plantas asturianas de Arcelor-Mittal han producido a pleno rendimiento. Ese aumento de actividad también se ha traducido en un incremento de emisiones de CO2. Según los datos que maneja la Oficina Española de Cambio Climático, las plantas siderúrgicas de Avilés y Gijón emitieron a la atmósfera en 2015 más de 5,9 millones de toneladas de CO2, la cifra más alta de la última década. Las fábricas de Arcelor-Mittal son, después de la central térmica de Aboño (EDP-HC) las principales fuentes industriales de CO2, gas de efecto invernadero causante del cambio climático.

El director general de Arcelor-Mittal Europa Productos Planos, Geert Van Poelvoorde, ya advirtió en su ultima comparecencia ante los medios que la mayor preocupación actual de la compañía es el nuevo sistema de comercio de emisiones de la UE. "Este es el desafío más difícil al que nos enfrentamos", señaló Van Poelvoorde, que apuntó que el sistema no tiene en cuenta la realidad de la industria siderúrgica ya que ha sido diseñado para el sector energético, que es un mercado regional. "No funciona para la industria siderúrgica, que es una industria global. Si los productores europeos tienen que pagar ese impuesto sobre el carbono, pero los productores que exportan a Europa no lo hacen, entonces pone a los productores de la UE en desventaja competitiva", señaló Van Poelvoorde, que añadió que "si todas nuestras operaciones estuvieran impulsadas por turbinas eólicas, todavía estaríamos emitiendo niveles significativos de CO2, porque la mayoría de nuestras emisiones se crean cuando el mineral se convierte en hierro en el proceso de fabricación de acero".

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