Enagás, la empresa propietaria de la planta regasificadora del puerto de El Musel, prevé poner en uso el complejo este año como almacén de gas para grandes comercializadoras. Además no descarta que también se pueda usar como centro de repostaje para buques.

"Hay muchas compañías interesadas en utilizar la regasificadora de Gijón y, cuando obtenga la autorización administrativa, habrá más", señaló Marcelino Oreja, consejero delegado de Enagás.

Oreja mantuvo esta mañana una reunión con Francisco Blanco, consejero de Empleo, Industria y Turismo del Principado, que apuntó que el Gobierno central "está dando los pasos para proceder a la autorización administrativa de la planta" con el fin de que supere el veto que supuso la sentencia del Supremo que ilegalizó el complejo energético de Gijón. Blanco apuntó que "si todo fuera bien quizá podríamos tener el proceso completado este verano".

De cumplirse ese plazo, Enagás podría abrir la regasificadora "este año", pero con uso distinto al previsto inicialmente. "Hay una sobreabundancia de gas en el mundo y se necesitan lugares donde almacenarlo y la planta de Gijón se encuentra en un lugar estratégico para ser un centro de almacenamiento para grandes comercializadores, además de poder ser una planta para el bunkering, para que los buques carguen combustible", señaló Marcelino Oreja.

No obstante, el consejero delegado de Enagás señaló que la empresa "no renuncia" a que la regasificadora se use para lo que se construyó en 2012 con una inversión de 382 millones: introducir gas en la red nacional. "Confiamos que en un plazo razonable se pueda regularizar esta planta y pueda servir para lo que se creó también, para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo de Asturias", afirmó el consejero Francisco Blanco.