La brecha que separa las nóminas de hombres y mujeres pervive más allá de la vida laboral. Esa fisura se prolonga y se acrecienta cuando se llega al retiro, y en Asturias esas diferencias entre las pensiones de ellos y las de ellas son especialmente notables. Los varones asturianos reciben, de media, una paga de jubilación un 46% superior a la de las féminas. "Hay un alto índice de jubiladas que están en la pobreza", sostiene incluso la presidenta de la organización de empresarias asturianas Asem, María Antonia Álvarez.
En 2016, las mujeres que accedieron a la jubilación lo hicieron con unos ingresos medios de 1.240 euros, en tanto que los nuevos jubilados varones cobraron 1.816. El cráter es de 576 euros a favor de ellos. Las organizaciones sindicales y algunas agrupaciones de mujeres han realizado durante estos días balance de estas diferencias con motivo del Día Internacional por la Igualdad Salarial, que se celebrará hoy con diversos actos en el Principado.
Esa amplia diferencia se explica porque la vida laboral de ellas suele estar más enfocada hacia actividades ligadas con sectores donde los sueldos son más bajos, como los servicios. Lo varones copan en cambio los empleos de la industria y la construcción, donde las nóminas son mucho más elevadas. Estos últimos, sostiene María Antonia Álvarez, son sectores "donde hay una amplia tradición de negociar convenios colectivos y de lucha obrera, que ya empieza a haber también entre los sectores donde son mayoría las mujeres".
La otra razón que explica esa grieta en las pensiones reside en los altibajos que suelen sufrir muchas mujeres a lo largo de su vida laboral, que, por ejemplo, se ven obligadas a abandonar su trabajo, y con ello sus cotizaciones, para cuidar de sus hijos. Parafraseando a la socióloga Marián Moreno, María Antonia Álvarez sostiene que "ninguna mujer ha nacido con el gen de los cuidados o de la limpieza". Y añade: "El problema es que nosotras nos hemos incorporado al mercado laboral a una mayor velocidad que a la que ellos están entrando en las tareas domésticas".
Antes de la jubilación, en los años laborales la brecha salarial sigue sin acortarse. Según un estudio que acaba de divulgar CC OO, el Principado "es la comunidad con mayores diferencias salariales" en ganancia media por hora. La secretaria de la mujer del sindicato, Mapy Artidiello, apunta que "nosotras sufrimos en mayor medida la doble precariedad: contratos temporales y a tiempo parcial, por lo que tenemos menos ingresos y cotizaciones, que también merman nuestras pensiones".
Según un estudio de UGT, las mujeres cobran en Asturias una media de 18.400 euros al año, mientras que los hombres percibían por su trabajo 25.322 euros. La brecha es del 27,33%, y la diferencia es de casi siete mil euros a favor de los varones. Las regiones más industrializadas son las que tienen unas diferencias mayores. La secretaria de Igualdad de este sindicato, Carmen Escandón, resalta que "para que tengamos unas pensiones menores influye todo, las diferencias se agudizan según avanza la vida laboral".
CC OO sostiene que "en todas las ramas de actividad los ingresos salariales de los hombres están por encima de los percibidos por las mujeres", debido a las trabas que sufren ellas para llegar a puestos directivos. El Gobierno asturiano puso en marcha hace un mes una ventanilla para facilitar que las mujeres denuncien, de forma anónima, casos de discriminación salarial.
