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La negativa de General Electric y el "Petromocho", los mayores reveses

Hubo contactos con más de una decena de multinacionales desde los años 80, pero primó el rechazo a Asturias

La negativa de General Electric y el "Petromocho", los mayores reveses

La estrategia de reindustrialización con captación de inversiones internacionales tuvo muchos fracasos. Incluso no todos llegaron a ser conocidos. Se sabe de gestiones estériles desde fines de los 80 para atraer inversiones de ATT, Corning Glass, Cremascoli, Pratt & Whitnney, Atlas Copco, Eurometals Processing, Win, Jindo y otras. Algunas estuvieron muy cerca de materializarse, como la de Corning Glass con el apoyo de Telefónica, entonces presidida por Luis Solana, quien pujó por Asturias. La caída inesperada de la demanda de fibra óptica supuso la paralización del proyecto por el grupo estadounidense. Otras empresas se instalaron pero fracasaron, como Autotext Airbag (Grupo Milliken).

De todos los proyectos fracasados, los que más frustración causaron (aunque por motivos muy distintos) fueron los de dos complejos petroquímicos.

General Electric descartó Asturias en 1988 y prefirió implantarse en Cartagena. La decisión última la tomó el presidente de la multinacional tras una visita a los dos territorios. La presión del Gobierno español de la época a favor de Asturias fue inútil. "Nos costaba mucho que las multinacionales consideraran Asturias", dijo en privado un ministro socialista de la época. La tradición obrera asturiana jugó en contra. También el medio ambiente. Un espacio desértico en Cartagena se consideró menos arriesgado. El fracaso de General Electric llevó al Ministerio de Industria a luchar por la captación de Du Pont.

El mayor desastre fue sin embargo el fantasmagórico proyecto de una refinería en 1992 (el "Petromocho") que resultó falsa.

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