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El traslado a Madrid supone un ahorro en impuestos de hasta 48.000 euros anuales

La capital capta grandes patrimonios de otras autonomías con su baja fiscalidad e irrita a los gobiernos regionales del PSOE

El traslado a Madrid supone un ahorro en impuestos de hasta 48.000 euros anuales

Asturias no es el "infierno fiscal" de las clases acaudaladas, si por tal se entiende el lugar de España donde mayor es la carga tributaria sobre los patrimonios y rentas más altas. Esa calificación corresponde más bien ahora a territorios que, como la Comunidad Valenciana y Extremadura, han endurecido en los dos últimos años impuestos que afectan de manera directa a los ricos. En el extremo contrario, el "paraíso" de las grandes fortunas dentro de España es Madrid: allí, un contribuyente con ingresos de 220.000 euros y con cuatro millones en bienes tributa por IRPF y por patrimonio 48.000 euros menos cada año que si reside en Asturias.

La divergencia tributaria que existe entre Madrid y el resto de las regiones de régimen fiscal común (todas, salvo las forales Navarra y País Vasco) ha quedado de nuevo al aire a raíz del informe del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF) sobre la fiscalidad autonómica. En ese estudio se ponen números a asimetrías que, en el contexto de los primeros contactos sobre la reforma del modelo de financiación autonómica, han llevado a algunos gobiernos regionales del PSOE (el andaluz y el valenciano) a acusar a Madrid de "dumping fiscal", de utilizar su posición económica de ventaja para rebajar impuestos y atraer contribuyentes cualificados (individuos y empresas) que se deslocalizan desde otras autonomías.

La fiscalidad de Madrid es resultante de la política que, sobre todo desde 2005, practicaron los gobiernos autonómicos de Esperanza Aguirre (PP) y continuaron los de sus sucesores Ignacio González y ahora Cristina Cifuentes: usar las capacidades de modificar impuestos que tienen las regiones para rebajar el IRPF y los impuestos que gravan el patrimonio y su transmisión. Las ventajas para un contribuyente rico pueden explicarse con los siguientes datos, tomados del informe del REAF.

IRPF. Un empresario, rentista o ejecutivo de élite que ingrese 220.000 euros brutos al mes tributaría por IRPF 84.225 euros en Madrid, 5.896 menos que en Asturias. La región donde más pagaría sería la Comunidad Valenciana (91.388), que tras la llegada del socialista Ximo Puig a la presidencia regional (con el apoyo de Compromis y de Podemos) aligeró el IRPF para las rentas bajas y lo subió para las más altas.

Patrimonio. Madrid es la única comunidad española donde no se paga el impuesto de patrimonio. El Ejecutivo de Esperanza Aguirre decidió en 2011 mantener una bonificación del 100% en el tributo, suprimido en 2007 por el Gobierno central del socialista José Luis Rodríguez Zapatero y recuperado cuatro años más tarde por él mismo para quienes tienen patrimonios superiores a 700.000 euros. Si el contribuyente antes citado tiene 4 millones en bienes no pagaría nada en Madrid, mientras que tributaría 41.729 euros en Asturias. La factura sería superior en Extremadura y Baleares, comunidades con gobiernos socialistas que han endurecido el impuesto (reduciendo mínimo exento), pero también en Galicia y Murcia, con ejecutivos del PP. Así que la diferencia entre tributar en Asturias y hacerlo en Madrid por los dos impuestos que se devengan cada año (IRPF y patrimonio) es de 47.625 euros.

El hecho de que Madrid no cobre el tributo de patrimonio es un factor determinante en las decisiones de deslocalización de contribuyentes ricos que trasladan su residencia desde otras regiones a la capital española por razones tributarias. Pesa también la factura del impuesto de sucesiones en lugares como Asturias. Tras la última reforma (reducción por parentesco de 200.000 euros para hijos, cónyuges y otros familiares directos), la carga fiscal de las herencias de la clase media se ha reducido considerablemente en el Principado, aunque sigue entre las mayores de España para los legados de más cuantía, que tributan cien veces más que en Madrid, estima el REAF.

El "dumping fiscal" que atribuye el PSOE a Madrid comenzó por ahí, por la práctica eliminación del impuesto de sucesiones para hijos y cónyuges a partir de 2005. Entonces, la comunidad que presidía Esperanza Aguirre concentraba el 36,3% de los contribuyentes ricos de España (los que declaran ingresos superiores a 150.000 euros al año). Hoy, esa proporción es ya del 41,4%.

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