El Gobierno asturiano estima que el número de herederos de primer grado (cónyuges, hijos y nietos o padres) que tributarán por el impuesto de sucesiones se reducirá a la mitad este año con la reforma que está en vigor desde enero. Según las mismas cuentas, la cercana aprobación de otros cambios hará que la cifra de contribuyentes se sitúe, presumiblemente a partir de 2018, en poco más de 220.

El Ejecutivo y el Grupo Parlamentario Socialista han evitado durante estos días los pronunciamientos políticos acerca de la movilización que, en protesta por la carga fiscal del impuesto de sucesiones en Asturias, protagonizaron unas dos mil personas el pasado jueves a las puertas de la Junta General del Principado, donde la plataforma convocante presentó más de 108.000 firmas de asturianos que exigen la supresión del tributo.

El Principado sí ha incidido en el impacto que tendrán los cambios en el impuesto que están aprobados o en proceso de estarlo. De acuerdo con sus cuentas, la media de herederos directos con cuota positiva (a pagar) en el período 2012-2015) fue de 821, el 3,35% de todos los que, siendo cónyuges, hijos, nietos o padres, formularon la declaración.

Esos datos corresponden a la situación anterior al 31 de diciembre de 2016, cuando estaba vigente una bonificación que liberaba de tributar a las herencias inferiores a 150.000 euros (siempre que el heredero tuviera un patrimonio preexistene inferior a 402.678 euros), pero que a partir de esa cantidad suponía cuotas muy gravosas para los contribuyentes (heredando 151.000 euros, se pagaban 16.000).

A raíz del pacto presupuestario entre el PSOE y el PP, el Principado reemplazó, para los fallecimientos ocurridos desde el 1 de enero de este año, la anterior bonificación por una reducción por parentesco de la base imponible que se aplica a todos legados recibidos por los parientes más directos. En la práctica supone que las herencias inferiores a 200.000 euros quedan exentas. En los casos en los que se transmite la vivienda habitual y es posible aplicar la correspondiente deducción, pueden quedar liberados también quienes hereden por valor de 300.000 euros, según una simulación realizada por José Luis Hevia, abogado y experto en la tributación de las herencias.

El Principado sostiene que, con esa reforma, el número de herederos directos obligados a tributar bajará de la media de 821 a unos 420 este año. Y añade que tras la siguiente reforma comprometida entre el PSOE y el PP (elevar la reducción por parentesco a 300.000 euros), se reducirán a algo mas de 200 al año los hijos, padres y otros parientes más cercanos que tengan que pagar sucesiones.

La Consejería de Hacienda prepara la propuesta, que entrará en la Junta General en abril, aunque su tramitación podría dilatarse por el "atasco" parlamentario. No se ha precisado cuándo podrá estar en vigor esa segunda reforma, que incluirá cambios en el tratamiento fiscal de la vivienda habitual del fallecido.