La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) ha alzado la voz contra las propuestas para poner un mayor coto a las emisiones de CO2, que podrían tener importantes repercusiones sobre la actividad de algunas compañías asentadas en la región, especialmente Arcelor-Mittal. "Rechazamos las medidas dirigidas a ralentizar la actividad industrial, por el daño que causarían a unas empresas que estamos ya sometidas a severos controles, haciéndonos paganos de un problema que trasciende nuestra responsabilidad", asegura la organización que preside Pedro Luis Fernández en el último editorial de su boletín mensual.

Estas críticas llegan después de que el Consejo de Medio Ambiente de la Unión Europea aprobara hace unos días una propuesta de recortes de emisiones de CO2, que no atiende las reclamaciones de la siderurgia europea. El Parlamento Europeo sí que había considerado buena parte de las peticiones de estas compañías. Ahora ambas instituciones comunitarias tendrán que llegar a una solución conjunta.

Mientras ese pacto llega, la FADE recalca que "las actividades potencialmente más contaminantes ya están sometidas a rigurosos procedimientos, a rígidas exigencias y a un complejo procedimiento de evaluación y control". En lugar de continuar poniendo restricciones a la industria, los empresarios asturianos proponen adoptar también otro tipo de medidas, como "la modernización de las calefacciones, la mejora del aislamiento térmico de los edificios y la potenciación de un transporte colectivo de viajeros atractivo". Y alertan: "En ese camino de lograr una mejora sustancial de las emisiones, la actividad industrial va mucho más avanzada. Y estamos orgullosos de ello".

Las empresas siderúrgicas aseguran que las exigentes medidas medioambientales europeas les pueden poner en desventaja contra la feroz competencia que llega en forma de toneladas de acero barato desde China. En su editorial, la FADE explica que "el problema de la calidad del aire, agudizado semanas atrás por las condiciones del tiempo, trasciende el ámbito de la producción industrial y en él confluyen otros factores que requieren de un abordaje completo".

La FADE destaca que las empresas asturianas ya están comprometidas con la causa. "Reinvertimos parte de nuestros beneficios en la mejora de los sistemas de control de emisión y protección del medio natural. La mayoría de las compañías tenemos un compromiso firme y decidido por la preservación del medio ambiente. Hemos interiorizado que es un factor imprescindible para nuestra competitividad".