El examen al que tendrán que someterse los edificios más viejos de Asturias, aquellos que hayan cumplido ya el medio siglo de vida, evaluarán tres aspectos del inmueble. Su estado de conservación, el grado de accesibilidad y la certificación de eficiencia energética. El Gobierno asturiano está ahora mismo tramitando el decreto que regulará estas pruebas.

En las siguientes líneas se resumen los tres aspectos que tendrán que evaluar los arquitectos o arquitectos técnicos cuando la normativa entre en vigor.

  • Evaluación. La normativa recoge que se mirará con lupa el estado de conservación del edificio. Es decir, sus elementos estructurales, constructivos y aquellas otras instalaciones que no suelan pasar revisiones periódicas. Si el evaluador detecta alguna anomália puede obligar a la comunidad de propietarios a realizar un informe pericial sobre el problema detectado, su diagnóstico y proponer medidas para solucionarlas.
  • Accesos. Este es uno de los principales problemas de los inmuebles más longevos en Asturias, según las empresas del sector. En la prueba se analizará la accesibilidad al edificio y se tendrán que enumerar, si los hubiera, los elementos que impidan o dificulten el paso de las personas con discapacidad. El evaluador también tendrá que redactar un informe con las propuestas para solucionar los problemas detectados.
  • Eficiencia. Como ocurre con las viviendas de nueva construcción o los pisos que se ponen a la venta o en alquiler, estos edificios, que hayan superado los cincuenta años, tienen que también que tener un certificado energético. El decreto recoge que "si el inmueble cuenta con un certificado de eficiencia energética válido, bastará con adjuntarlo". En caso contrario, deberá de efectuarse una nueva certificación.