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Los edificios viejos de Asturias tendrán un año para pasar la ITV de su estado

El examen obliga a los vecinos a contratar a profesionales para la revisión de accesos y la eficiencia energética

Los edificios viejos de Asturias tendrán un año para pasar la ITV de su estado

Miles de edificios de Asturias con más de cincuenta años tendrán poco más de doce meses, según los cálculos más optimistas, para superar un examen técnico que evalúe si están en buenas condiciones, si sus accesos son correctos y si son eficientes en materia energética. El Principado está tramitando el decreto que obligará a someter a esas pruebas los bloques de viviendas que hayan superado el medio siglo, aunque el texto legal lleva varias semanas atascado en el Consejo Consultivo, un paso previo para que el Consejo de Gobierno lo apruebe de forma definitiva. Una vez superados todos los trámites administrativos, las comunidades de propietarios tendrán de plazo hasta el 27 de junio de 2018 para encargar los informes. Si no lo hacen podrían ser sancionados por su Ayuntamiento. Y si suspenden el examen, deberán subsanar los problemas que se hayan detectado, como si se tratara de la ITV de un coche.

Hasta ahora, los únicos que están obligados a presentarse a este examen, bautizado como Informe de Evaluación de Edificios (IEE), son los bloques de viviendas de más de cincuenta años en los que se realizan obras de rehabilitación. El resto están temporalmente exentos. Uno de los profesionales que trabajan realizando este tipo de pruebas explica: "De momento todo está parado, porque nadie paga por hacer algo que aún no es obligatorio". Con lo que todas las inspecciones pendientes, miles de ellas, se van a concentrar dentro de un margen de tiempo reducido.

El plazo para que todos los bloques estén evaluados, que expira en junio de 2018, lo estableció la Administración central en una ley del 26 de junio de 2013 que, aguas abajo, las comunidades autónomas quedaron obligadas a adaptar a sus territorios. El pacto entre administraciones fue que si los gobiernos autonómicos decidían no modificar mucho la normativa estatal y transponerla sin más, esa fecha también debería mantenerse inalterada. Pero si hacían cambios sustanciales, sí podían modificarla. El Principado, según apuntaron fuentes de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales, optó por el primer camino. El segundo, por ejemplo, ya lo recorrió Madrid, que hizo el examen extensible a todos los edificios que hubieran superado los 30 años. De hecho, en la comunidad madrileña la norma ha sido revisada en varias ocasiones para ir introduciendo mejoras y nuevos requisitos a evaluar. El último para obligar a estos inmuebles a pasar también una prueba acústica.

La tarea del Principado será habilitar un registro en el que queden anotadas todas las evaluaciones que se han superado y sus puntuaciones. Este censo, matizan desde el Principado, será de una gran utilidad para los ayuntamientos, encargados del trabajo de inspección.

Los inmuebles que superan el medio siglo en pie suelen presentar algunos problemas comunes. Los exámenes prestarán mucha atención, por ejemplo, a la accesibilidad de los edificios, algo en lo que muchos fallan. Lo mismo ocurre con las condiciones energéticas. De hecho, durante la década de los años sesenta del pasado siglo se produjo en Asturias un "boom" constructor al calor del impulso industrial y el aumento de población en distintas comarcas. Por aquel entonces, explicaron algunas fuentes técnicas, los requisitos para levantar una vivienda en la región eran mucho más laxos que ahora.

Se estima que los exámenes técnicos puedan tener un coste de entre ochenta y cien euros por vecino, aunque todo dependerá de algunas variables como los metros cuadrados del inmueble y el profesional que se encargue de la evaluación, generalmente un arquitecto o un arquitecto técnico. Los informes deberán incluir un diagnóstico preciso de las patologías que sufra el edificio, su origen, la forma de subsanarlas y, si fuera necesario, la redacción de un proyecto de rehabilitación.

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