No es la primera vez que Hunosa trata de rentabilizar el temido grisú. A principios de la década de los años noventa del pasado siglo, la compañía estatal se alió con la norteamericana Unión Texas para aprovechar el metano alojado en las capas de carbón sin explotar, pero el proyecto no fue más allá de los sondeos. Dos décadas después, Hunosa volvió a la carga junto con Petroleum Oil & Gas España, filial de Gas Natural-Fenosa, y la compañía de ingeniería Vancast Exploración. La alianza obtuvo varios permisos de investigación de hidrocarburos en el centro de Asturias, pero renunció a todos ellos al comprobar que la explotación comercial del metano de las capas de carbón no era rentable. Entre medias, la compañía Hidrocarburos del Cantábrico, del grupo irlandés Energy Finance, también obtuvo permisos de investigación de metano en el centro de Asturias. Pretendía aislar las minas de carbón en desuso de Hunosa y "aspirar" el grisú que se desprende para la producción de electricidad. El proyecto tampoco cuajó. En la imagen, prospecciones que realizaron Hunosa y Unión Texas en 1994 en Ciaño, en Langreo.