La prestación de incapacidad temporal por contingencias comunes (enfermedad común o accidente no laboral) durante 2016 tuvo un coste para la Seguridad Social de 5.900 millones, entre las mutuas colaboradoras y las entidades gestoras del sistema público. Esto suspone un desvío de aproximadamente 500 millones en el dinero presupuestado por la Seguridad Social para estas contingencias.