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La falta de experiencia laboral, el muro para los nuevos graduados asturianos

Las ofertas escasean y las que hay tienen requisitos inalcanzables, lamentan

Por la izquierda, Rebeca Vidal, Álvaro Fernández y Claudia Díaz. LUISMA MURIAS

El ovetense Álvaro Fernández Martino (25 años) tenía claro que cuando acabase la carrera de Derecho no encontraría fácilmente un trabajo. Y así fue. Para poder trabajar en un despacho, explica, tendría que colegiarse y para eso tendría, además, que hacer un máster. Por lo que optó por preparar unas oposiciones a subinspector laboral. "Es como tener un trabajo: estudio ocho horas al día. Es muy rutinario", asegura. Fernández está entre el 24,5% de jóvenes asturianos que quieren ser funcionarios, según los resultados del estudio "Young Business Talent". "El problema de preparar oposiciones es que no ves resultados a corto plazo, te tienes que mentalizar de que es un camino largo y que el premio no se recibirá hasta muy al final", señala. Sus expectativas pasan por hacerse con su plaza en unos dos años.

Los jóvenes asturianos reconocen que el mercado laboral está difícil, pero para aquellos que tienen estudios la entrada es algo más sencilla. Aun así, los inicios son duros. "Todos los jóvenes que conozco están trabajando", asegura Fernández. Aunque su afirmación tiene un matiz. "Es verdad que muchos comenzaron con prácticas laborales en las que casi no cobraban, pero luego tuvieron la opción de quedarse en la empresa", reconoce.

Otros, en tanto que encuentran el trabajo para el que han estado formándose, tienen que buscar una ocupación alternativa para sobrevivir. Es el caso de Claudia Díaz Mazanda, una boliviana que lleva ya una década asentada en Oviedo. Estudió un módulo en Administración de Sistemas Informáticos y luego trabajando, sobre todo, en el sector hostelero, se pagó la carrera de Pedagogía. Ahora prepara un máster en Intervención e Investigación Socioeducativa, mientras hace unas prácticas en una ONG. "He echado mi currículum, pero he tenido muy pocas respuestas. En las ofertas siempre te piden que tengas experiencia, pero si nunca has trabajado es imposible", asegura. Ante la cerrazón del mercado laboral, no descarta marcharse a trabajar al extranjero. O volverse a América Latina. "No tendría problema", destaca.

En una situación similar está Rebeca Vidal, leonesa que lleva doce años viviendo en Oviedo y que es diplomada en Educación Especial y licenciada en Pedagogía. Hace poco más de un mes comenzó a trabajar en la Fundación Secretariado Gitano. "A veces te desmoralizas porque echas y echas currículum, pero no hay nada", asegura. Y explica: "En muchas ofertas te piden, como mínimo, cinco años de experiencia laboral y conocer dos idiomas, pero con mi edad es imposible haber hecho todo eso". Mientras buscaba un empleo de lo suyo, Rebeca Vidal fue acumulando experiencia en la hostelería. Reconoce que estuvo a un paso de tirar la toalla y abandonar la región.

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