Algo más de 8.000 bloques de viviendas de Asturias deberán someterse a la nueva revisión técnica para los edificios residenciales de más de 50 años, según los números que maneja el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias en base a datos del Catastro. El Principado ultima la normativa que regulará esta inspección para los inmuebles más longevos (aquellos que fueron construidos antes de 1967) y tiene previsto aprobarla en breve.
En el examen se comprobarán algunas patologías comunes de estos edificios, como las posibles humedades, los accesos, los problemas que pueda haber en las fachadas, así como los achaques que tengan en materia de eficiencia energética. Un chequeo completo que sólo suspenderán quienes tengan deficiencias graves. Las comunidades de propietarios deberán realizar el examen antes del 27 de junio de 2018. La prueba tendrá varios apartados que, según el Colegio Oficial de Arquitectos, serán los siguientes.
Estado general. En primer lugar se hará una evaluación del estado general de conservación. Se verificarán las condiciones de seguridad y de habitabilidad del edificio, las fachadas y las medianeras (la pared que divide a dos edificios contiguos), la cubierta y el estado de las instalaciones comunes del edificio haciendo una extensa comprobación de su mantenimiento.
Eficiencia energética. Tras todas estas revisiones, también será obligatorio que el edificio se someta a un examen de eficiencia energética similar al que ya tienen que superar los inmuebles que acaban de ser construidos o aquellos pisos antiguos que se van a poner a la venta o en alquiler. El grado de eficiencia se medirá en una escala que irá desde la "A", para aquellos que menor consumo de energía tienen, hasta la "G", que representa la peor de las notas, para los más derrochadores.
Accesos y ruidos. El informe incluirá recomendaciones para mejorar las condiciones de accesibilidad. "Se propondrán ajustes que puedan ser razonables", sostienen los arquitectos. El documento también puede aportar un análisis de las condiciones de protección contra el ruido del edificio, señalan desde el Colegio. En otras comunidades, como en Madrid, este tipo de evaluaciones ya son obligatorias.
Dictamen. El examen se cierra con un dictamen del evaluador para determinar si existe riesgo para las personas y se determina si el estado de conservación es favorable o desfavorable. En el segundo caso, sostiene el Colegio de Arquitectos, "se establecería un plazo para proponer el inicio de las obras necesarias para subsanar los problemas que se hayan detectado". Según los profesionales, el informe será solamente desfavorable en el caso de que existan deficiencias graves a juicio del técnico que lo redacta.
