China utiliza ahora intermediarios para inundar el mercado europeo de acero barato. Las plantas asturianas de Arcelor-Mittal siguen sufriendo la competencia del gigante asiático, que se apoya en países como Turquía para introducir su acero en Europa salvando los aranceles.
En la última reunión celebrada entre la dirección de Arcelor-Mittal y los representantes de los trabajadores de las plantas de Avilés y Gijón se destacó la "preocupación" por las importaciones desleales, que antes llegaban directamente de China, con su sobrecapacidad productiva, y ahora proceden, sobre todo, de Turquía.
La presión de las compañías siderúrgicas europeas obligó a la UE a tomar medidas para penalizar las prácticas de "dumping", las ventas por debajo del coste de producción. La Comisión Europa fijó aranceles a la importación de productos siderúrgicos acabados chinos que competían directamente con los fabricados por Arcelor-Mittal en Asturias. Sin embargo, China ha encontrado una vía para salvar aranceles que afecta sobre todo a los productos largos como el alambrón. En esa estrategia juega un papel clave Turquía, que utiliza su condición intercontinental como puente entre Asia y la Unión Europea, con quien tiene firmado un tratado de asociación y está en vigor la unión aduanera. Turquía está comprando masivamente a China palanquilla, producto semielaborado que luego transforma en sus trenes de alambrón y después introduce en el mercado europeo. Turquía compra la palanquilla a China a precios por debajo de mercado, sortea los aranceles porque son productos semielaborados y no acabados (sobre los que repercute el tributo) y además se ahorra el coste de la factura energética de los hornos y el de la chatarra, cuyos precios cotizan al alza. En los trenes de alambrón turcos, con mano de obra más barata que en Europa, se obtiene el producto acabado que luego se introduce en la Unión Europea sin ningún obstáculo como acero turco, aunque buena parte del proceso de elaboración se ha realizado en China.
Ese alambrón compite directamente con el fabricado, por ejemplo, en la factoría de Arcelor-Mittal en Gijón. Fuentes de la multinacional siderúrgica apuntaron que esa competencia del acero chino-turco fue uno de los motivos del cierre de la planta de Zumárraga, en Guipúzcoa, que se dedicaba a la elaboración de productos largos.
Desde Arcelor-Mittal se destacó que el mismo papel que juega Turquía en la entrada de acero chino a Europa lo jugaba Vietnam en la entraba a Estados Unidos. Sin embargo, en ese caso el país norteamericano reaccionó de inmediato con medidas proteccionistas frente a Vietnam.
