Dos antiguos empleados de la cadena madrileña de cafeterías Nebraska, que fue propiedad de la familia asturiana Blanco hasta su clausura en el pasado mes de enero, reabrirán el sábado uno de sus establecimientos (el situado en la calle Bravo Murillo) y mantendrán "la misma esencia, plantilla y proveedores que las míticas cafeterías", según aseguraron los promotores de la iniciativa a la agencia Europa Press.