"En sí mismo, el dato (crecimiento del 1,9% del PIB regional) no es malo; hay países del euro y otros desarrollados que crecen menos; el problema es cuando te comparas con el resto de España. Ahí se ve que Asturias no acaba de encontrar la senda de un crecimiento sostenido", señaló ayer Alberto González, director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) al valorar los resultados de la economía asturiana en 2016. Según su análisis, el bache de la industria, determinante de la divergencia con el resto de España, es una evidencia de que "no somos capaces de generar con suficiente rapidez y amplitud actividad económica que contrarreste las variaciones coyunturales de los sectores industriales tradicionales".