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La venta on-line coge carrera

Los comerciantes con tiendas físicas, alarmados por el empuje de las ofertas a través de internet: "Nos cuesta competir en precios", denuncian

El comercio on-line va comiéndole a grandes bocados clientes y cuota de mercado a las tiendas físicas, las de toda la vida. Y esa tendencia se ha acentuado de manera alarmante últimamente, según las asociaciones de comerciantes de la región, que, resignadas, coinciden en que estamos ante un cambio de hábitos y de modelo de negocio imparable.

Cuenta Magdalena Huelga, secretaria de la Federación Asturiana de Comercio (FAC), que en los últimos meses de 2016 el empuje del llamado e-comerce se hizo volvió más intenso. "Parece que los comercios van perdiendo cuota de forma significativa", dice. Algunos estudios respaldan sus impresiones. Según la encuesta sobre el uso de las tecnologías de la información elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2016 más de 340.000 asturianos compraron por internet. La cifra no ha parado de crecer desde que comenzó a tomarse nota de estos movimientos comerciales, allá por 2006, cuando el sector de la venta on-line avanzaba paso a paso. Ahora lo hace a zancadas.

Tan fuerte es el cambio que, según apunta el presidente de la Asociación de Comercio Electrónico de Asturias (Asceas), Manuel Ángel Fernández, en la región hay bastantes casos de comerciantes que están echando la persiana de sus negocios físicos para abrir una tienda on-line y dedicarse exclusivamente a ella. Los beneficios son múltiples, defiende. "Se ahorran gastos, por ejemplo, del alquiler del local o de determinados impuestos", apunta. Y el horizonte es prometedor: si 2016 ya fue un buen año para las ventas en internet en Asturias, 2017 ha comenzado con mejor pie. "Las previsiones son muy buenas", reconoce.

El problema que tienen muchos de los que dan el salto de lo físico a lo virtual es encontrar la fórmula para destacar. En internet la competencia es global y el rival puede estar en China, Estados Unidos o a la vuelta de la esquina. Por eso, para asomar la cabeza en la red muchos comerciantes optan por grandes plataformas como Amazon o Etsy. Un reciente estudio de la consultora Price Waterhouse Coopers (PwC) asegura un 80% de los españoles ya compra a través de la primera, y un 29% de los consumidores encuestados reconoce que ahora van menos a menudo a las tiendas físicas. En Asturias, en la primera mitad de 2016 había unas doscientas empresas vendiendo sus productos a través de Amazon, que cada vez promete entregas mucho más rápidas, en menos de una hora, por ejemplo, en Madrid. Esa rapidez, sostiene el responsable de consumo de PwC, Javier Vello, es lo que está permitiendo a esta plataforma crecer en clientes tan rápidamente.

A muchos pequeños comerciantes el cambio se les está atragantando. "Ése es un mercado nuevo, pero no todos jugamos con las mismas cartas; a nosotros nos cuesta competir en precios", asegura David Argüelles, presidente de la Unión de Comerciantes del Principado de Asturias. Y apunta: "La crisis está siendo muy larga y eso está ayudando a cambiar los hábitos de los consumidores. Y, evidentemente, lo que se venda por internet son productos que dejan de vender las tiendas de a pie de calle".

La Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca, según explica su portavoz Javier Reig, llevó a cabo hace unos años un estudio para calibrar el éxito que podría tener crear una plataforma de comercio on-line entre las pequeñas tiendas de la zona. Sacaron dos conclusiones muy claras. "Vimos que por internet solo venden dos tipos de negocios: aquellos que son muy exclusivos o los más baratos, y a esos nichos de mercado es complicado que llegue el pequeño comercio", asegura. Finalmente, esa web nunca vio la luz.

Reig enciende, además, otra alarma de calado económico. "Hay que ser conscientes de que muchas veces cuando se compra por internet se está contribuyendo a fomentar el Estado de bienestar de otros países, porque muchas veces esas empresas pagan impuestos en Luxemburgo o en Irlanda, mientras que aquí la gente se queja de que se deterioran sectores como el de la sanidad".

En estas compras a golpe de ratón, lo que está saliendo ganando es el sector de la distribución, que cada vez tiene más trabajo, con mayores plantillas y que tiene el desafío de ser más efectivo y entregar los paquetes más rápido que sus rivales. "Para ver los efectos que está teniendo el comercio electrónico sólo hay que mirar alrededor y ver la cantidad de furgonetas de reparto que hay por las calles", sostiene Magdalena Huelga".

¿Qué compran los asturianos a través de la red? Seis de cada diez realizan reservas de hoteles y apartamentos para vacaciones; una proporción semejante compra material deportivo o ropa, y la mitad contrata billetes de transporte. La mayoría de las compras fueron a vendedores nacionales (el 84,3%), y por cantidades que se mueven entre los cien y los quinientos euros, según el INE.

Hay sectores, opina Manuel Ángel Fernández, de la Asociación de Comercio Electrónico, a los que les está costando arrancar en internet. Le ocurre a la alimentación. "En otros países sí que hay bastante movimiento de venta de comida, pero aquí en España casi nada", apunta. En su estudio, el INE señala que sólo el 18,2% de los "cibercompradores" asturianos adquirieron productos alimenticios en la red. Pero hay excepciones. "Se venden bien a través de la red, por ejemplo, la fruta de temporada. O todo aquello que tenga que ver con la bioalimentación", señala Fernández. Incluso, en España ya están surgiendo algunas plataformas de venta en la red para poner en contacto a los hortelanos y agricultores con sus clientes. Quitándose de en medio a los intermediarios.

Ante la avalancha del comercio on-line muchos pequeños comerciantes están tratando de protegerse compaginando ambas actividades, pero muchas veces manejar ambos tipos de tiendas (físicas y virtuales) es un engorro, sostiene la portavoz de la Federación Asturiana de Comercio, Magdalena Huelga. "Hay mucha gente que se lanza al comercio electrónico, pero las capacidades son limitadas, y los hay que pierden demasiado tiempo embalando sus productos o gestionando las devoluciones y acaban por abandonar su negocio tradicional", sostiene.

Con esos ingredientes, la recomendación de este tipo de asociaciones es no mezclar demasiado lo físico con lo virtual. "Hay que tener presencia en internet, y conseguir que los clientes te conozcan, pero poco a poco", apunta Huelga. Para eso, por ejemplo, tener una web y actividad en las redes sociales es esencial, expone. La herramienta más utilizada para hacer esta promoción es Facebook. Seis de cada diez empresas de la región tienen presencia en esta red. Twitter es la segunda opción, aunque su uso va a la baja, según los expertos. Mientras que Instagram va al alza.

"Lo que está claro es que el comercio electrónico va a ir a más y el físico a menos, tendremos que luchar contra ello", zanja Javier Reig.

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