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Amazon, pesadilla del comercio tradicional y vía de exportación de 300 pymes asturianas

El número de empresas del Principado que utilizan la plataforma del gigante de las ventas "on-line" se triplicó en el último año

Un centro logístico de Amazon en California (Estados Unidos). REUTERS

Amazon se ha convertido en una pesadilla para muchos comercios asturianos, en un temido competidor, pero también es un aliado para pequeñas y medianas empresas de la región que han encontrado en el gigante estadounidense del comercio electrónico un buen escaparate para vender sus productos y, sobre todo, un canal para llegar a mercados que nunca antes habían explorado.

Asociaciones de comerciantes de Asturias coinciden a la hora de destacar que el comercio "on-line" cada vez le gana más terreno a las tiendas físicas y la mayoría señalan a la plataforma Amazon como el gran competidor que amenaza a los negocios de proximidad. Sin embargo, el pez grande no siempre se come al chico. En algunos casos pueden convivir e incluso crecer juntos. Cerca de 600 empresas asturianas ya están utilizando los servicios de Amazon para vender sus productos y cerca de 300 utilizan el canal Amazon Marketplace para colocar las mercancías en el extranjero, para exportar.

"En 2016 se triplicó el número de pequeñas y medianas empresas asturianas que vende sus productos en Amazon", señaló una portavoz de la compañía norteamericana, que destacó que las ventas en la plataforma de esas compañías del Principado crecieron en 2016 el 132%, aunque evitó dar las cifras de facturación. Más de la mitad de las empresas están exportando a través de Amazon, principalmente a Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. "Las exportaciones de pymes asturianas a través de nuestro canal crecieron más de un 180% en 2016", añadió la portavoz de la compañía.

Amazon ha sido para muchas empresas del Principado la puerta de entrada a otros países. "Antes nuestros clientes estaban en Asturias, ahora están en toda Europa", señaló el gerente de una cadena asturiana de tiendas de imagen y sonido. A otras compañías, el gigante del comercio electrónico les ha abierto nuevos nichos de mercado. "Nosotros nos dedicábamos a importar productos de Asia para vendérselos a mayoristas de Europa, pero ahora hemos empezado a realizar venta al detalle, directamente al consumidor, utilizando los servicios de Amazon", señaló Gonzalo Román, administrador de Smart Planet, empresa con sede en el polígono Nuevo Granda, en Siero. Esta compañía utiliza la web de Amazon como escaparate y también los servicios de logística de la compañía norteamericana, que almacena, prepara, empaqueta, envía y gestiona las devoluciones de los pedidos en su nombre.

Productos locales

Smart Planet comenzó a trabajar con Amazon en 2015 y en determinadas épocas del año más de 30% de su facturación ya procede de ese canal. "Nos hemos tenido que adaptar a los ritmos de Amazon y a través de esa plataforma vendemos sobre todo en España, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido", destacó Gonzalo Román. Su empresa vende, principalmente, productos electrónicos y menaje fabricados en China, pero en su catálogo está incorporando productos fabricados en Asturias para ofrecerlos en su escaparate en Amazon. "Se prevé que en los próximos años crezca de forma importante el comercio electrónico de alimentación y por eso queremos empezar a vender conservas fabricadas en Asturias a través de Amazon", señaló Román.

Vender en Amazon no requiere de una inversión inicial. Subir los productos a su web es gratis, pero luego la multinacional cobra una comisión a las empresas cuando se produce una venta. Según la compañía, la comisión media es del 15%.

En cuanto al perfil de las pymes asturianas que utilizan este servicio, la multinacional detecta "tres muy claros". El primero está vinculado con negocios tradicionales, generalmente pequeñas tiendas, que en vez de montar su propio negocio "online" con una inversión elevada utilizan Amazon como forma para ampliar el alcance de su tienda. El segundo perfil se corresponde con negocios que no están basados en una tienda física pero que tienen una infraestructura propia de oficinas y almacenaje y que utilizan Amazon como su canal de distribución. Y el tercero está vinculado al "pure internet", es decir negocios que ni siquiera disponen de infraestructura de almacenaje y cuyos proveedores mandan directamente los artículos a los almacenes de Amazon para que los distribuya en su nombre.

Amazon desembarcó en España en 2011 y cuanta con un millar de trabajadores en las oficinas corporativas en su centro de software en Madrid, en los dos centros logísticos de San Fernando de Henares (Madrid) y Castellbisbal (Barcelona), y en los dos centros urbanos de distribución situados en las dos principales ciudades de España. Además, la multinacional está construyendo un nuevo centro logístico en el Prat del Llobregat y esta semana anunció la puesta en marcha de otro en la provincia de Barcelona, que se situará en Martorelles, y cuya puesta en funcionamiento conllevará la creación de 650 empleos en tres años.

Millones de referencias

Con las nuevas instalaciones, Amazon quiere hacer frente al incremento de sus ventas en España, así como a la creciente demanda en el resto de sus webs europeas, según ha informado hoy la firma en un comunicado. La expansión de la red logística también le permitirá incrementar su oferta de productos -sólo en Amazon.es suma más de 160 millones de referencias- así como su capacidad para dar soporte a las miles de pymes que venden sus artículos a través de su plataforma abierta a terceros (marketplace).

El número de pymes españolas que vende en Amazon se ha más que duplicado en 2016 y sus ventas internacionales a través de esta plataforma superaron los 200 millones de euros, según señalaron fuentes de la compañía.

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