Elon Musk, el multimillonario que está detrás de Tesla Motors, sacó a Bolsa la compañía en junio de 2010 a 17 dólares la acción. Hoy, los títulos del fabricante de coches eléctricos están por encima de los 300 euros. Se han revalorizado más del 1.500%, una escalada estratosférica, como lo son otros proyectos de Musk: hacer vuelos comerciales a la Luna y poner a un hombre en Marte.

La cotización de Tesla se ha revalorizado por tanto más de un 1.500%, incluso a pesar de que en ningún momento de sus 14 años de historia tenido beneficios (perdió 773 millones de dólares en 2016). Ante las sucesivas urgencias de Musk de dinero fresco para impulsar Tesla, ha apelado al mercado mediante ampliaciones de capital, encontrando en los inversores una respuesta propia de la "exhuberancia irracional", el eufemismo que el expresidente de la Reserva Federal de EE UU Alan Greenspan utilizó en 1996 para catalogar el comportamiento de Wall Street, que entonces cabalgaba sobre la burbuja de las punto.com. ¿Es Tesla otra burbuja o el acierto de un visionario? Analistas de medios como el Washington Post o Forbes se inclinan hacia la burbuja, máxime después de que Tesla rebasará en las últimas fechas a Ford y General Motors en capitalización bursátil.