El Ministerio de Energía adjudicará el próximo mes de junio, mediante un procedimiento de subasta, el reparto de 3.000 megavatios de potencia para desarrollar en toda España nuevos complejos de energías renovables: parques eólicos, plantas fotovoltaicas, de biomasa...Se desbloqueará de ese modo la instalación de ese tipo de tecnologías en el país, prácticamente paralizada durante el último lustro. Para el caso de Asturias, sin embargo, las opciones de las empresas de conseguir alguna porción de esa potencia es remota. Las condiciones de la subasta y las propias limitaciones del sector renovable regional hacen presagiar que los proyectos de parques eólicos pendientes y también los de plantas de biomasa permanecerán varados por el momento.
El reparto de potencia "verde" que se decidirá en junio forma parte de la hoja de ruta para alcanzar el objetivo europeo, vinculante para los países, de que en 2020 el 20% de consumo de energía proceda de fuentes renovables. La oferta es mucho más ambiciosa que la registrada en 2015 (700 megavatios) y como aquella está marcada por la polémica y los reparos de los distintos sectores en liza. Se critica, por ejemplo, que se haga competir a las distintas tecnologías entre sí. Productores eólicos, fotovoltaicos o de biomasa podrán pujar en un proceso de subasta inversa, adjudicándose la capacidad productiva (potencia) a quienes estén dispuestos a percibir una retribución regulada menor.
Fuentes del sector energético asturiano explicaron que esa competición entre tecnologías expulsará de hecho a las plantas de biomasa, con costes de explotación mucho más altos que los parques eólicos o las plantas solares. Según las informaciones recabadas, ninguno de los promotores con proyectos de biomasa para Asturias (Mieres, Salas, Tineo, Villaviciosa...) está en condiciones de pujar.
Los planes asturianos de aerogeneración parten también con desventaja. Según fuentes de la Asociación Eólica del Principado, once proyectos cumplen los requisitos de tramitación para competir en la subasta, pero las condiciones no son favorables a ellos. Como sucedió en 2015, el procedimiento competitivo prima los emplazamientos que garantizan más de 3.000 horas de funcionamiento al año, algo inhabitual en Asturias por las condiciones de viento.
Las bases elegidas por el Ministerio de Álvaro Nadal dejan además fuera los proyectos que consisten en ampliaciones de capacidad de parques eólicos ya existentes (repotenciaciones), alternativa que algunas empresas con molinos en Asturias llegaron a barajar en 2015.
Medios empresariales pronosticaron que el reparto de los hasta 3.000 megavatios de potencia renovable por los que competirán los productores se dilucidará entre los parques eólicos de zonas con altos niveles de funcionamiento garantizado (Galicia, Castilla y León, Aragón...) y las grandes plantas fotovoltaicas (por encima de 100 megavatios).
Para Asturias, la subasta no supondrá la reanudación de la instalación de molinos en el Occidente, donde ahora se concentran los 518 megavatios instalados en la región, distribuidos en 21 parques. El sector llegó a presentar proyectos por 1.000 megavatios, pero la crisis y las reformas energéticas de estos últimos años truncaron las inversiones.
