La térmica de Soto de Ribera seguirá produciendo electricidad al menos hasta 2030, según el calendario que maneja EDP, compañía propietaria de la central carbonera. La construcción de un equipo de desnitrificación para adaptar la instalación al endurecimiento de los requisitos ambientales y otras mejoras técnicas garantizan la continuidad de una instalación cuyo primer grupo generador, ya cerrado, comenzó a funcionar hace más de medio siglo.

Las inversiones que ultima EDP se centran en el denominado grupo 3, el último de los alimentos por carbón que permanece activo en el complejo energético del concejo de Ribera de Arriba. Un consorcio formado por la ingeniería asturiana TSK y la japonesa Mitsubishi Hitachi está a punto de concluir las obras de una planta de desnitrificación catalítica, tecnología que reducirá ("hasta en un 90", según EDP) las emisiones de óxidos nitrosos (NOx), responsables del fenómeno de la "lluvia ácida" junto a las de óxidos de azufre (SO2), también propias de las térmicas.

EDP ya instaló otra desnitrificadora en su térmica de Aboño y la de Soto de Ribera comenzará a funcionar en junio. Esos equipos, al igual que ocurrió años atrás con las plantas de desulfuración (para reducir el SO2), adecuan ambas centrales a los requerimientos de una norma que prevé el cierre en 2020 de las térmicas carboneras que no rebajen drásticamente sus emisiones contaminantes, blanco frecuente de las denuncias de los movimientos ecologistas. EDP sostiene que la inversión realizada (200 millones de euros entre Soto y Aboño) pone a ambas centrales en posición de cumplir los requisitos ambientales después de 2020, cuando con seguridad la UE volverá a endurecer su disciplina.

A la continuidad de las dos térmicas de EDP se suma la de la planta de Iberdrola en Lada, donde también se han realizado reformas. En cambio, es una incógnita el futuro de la central de Soto de la Barca (Tineo). Su propietario, el grupo Gas Natural-Fenosa, no ha precisado aún si afrontará las inversiones necesarias para evitar el cierre en 2020.

Coincidiendo con las obras finales de la desnitrificadora, el grupo 3 de la térmica de Soto de Ribera, con una antigüedad de 32 años, está sometido a una revisión general con una inversión de 8 millones de euros.