El Gobierno español formalizó ayer el aumento de su previsión de crecimiento económico en dos décimas para este año (lo elevó del 2,5% que estableció el 31 de marzo al 2,7%, como adelantó Mariano Rajoy hace ocho días) pero no modificó sus previsiones de empleo y de paro, evidenciando con ello que habían sido sobreestimadas hace un mes en el cuadro macroeconómico del proyecto de presupuestos.

El nuevo escenario macro, aprobado ayer con el programa de estabilidad, prevé que en 2020 España se acerque al récord de ocupación histórica. El Gobierno espera llegar a 20,50 millones de ocupados: dos millones más que a fines de 2016, pero aún ligeramente por debajo de los 20,51 millones del tercer trimestre de 2007, antes de la crisis. La tasa de paro, aunque caerá -según el ejecutivo- en 7,4 puntos respecto al cierre de 2016, seguirá en doble dígito (11,2% de la población activa), lejos aún del 7,95% que se alcanzó durante el primer Gobierno de Zapatero, en el segundo trimestre de 2007.

El PIB se aceleró una décima entre enero y marzo (hasta el 0,8%), dijo el INE (3% en tasa anual) aunque la deuda pública marcó otro nuevo techo en marzo.