La empresa asturiana de artes gráficas Morés echó ayer el cierre. El juez ha aceptado la propuesta del administrador concursal de cese de actividad y de expediente de extinción de empleo para toda la plantilla, formada por 56 trabajadores. "Nos acaba de llegar el auto del juez, con lo cual no volveremos abrir", señaló ayer un trabajador que ejerció como portavoz de la plantilla.

El administrador concursal planteó el cese del actividad al no encontrar un inversor interesado en reflotar la compañía, que acumuló un pasivo cercano a 7 millones de euros tras adquirir y equipar una nave industrial en el Parque Tecnológico de Llanera en el momento que estalló la crisis económica y los ingresos cayeron a la mitad. Un fondo de inversiones extranjero y una compañía nacional se interesaron por Morés, pero desecharon la compra porque no estaban dispuestos a asumir una plantilla de 56 trabajadores, según destacó el administrador concursal.

Morés, nacida en 1977, tenía, además de las nave de Llanera, tiendas en Oviedo y Gijón en locales alquilados. Trabajadores de la compañía barajan la posibilidad de seguir con la actividad de artes gráficas en las tiendas. Para ello tendrá que llegar a un acuerdo con los propietarios y crear un nueva sociedad, ya que Morés, incluida la emblemática marca, se extingue. "Estamos en ello, y en los próximos días tendremos que tomar decisiones", señaló un trabajador de Morés.