El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha dicho que los 1.000 millones presupuestados para la formación de personas en situación de desempleo le parece excesivo y que es necesario una transición presupuestaria hacia los trabajadores ocupados. Al presentar el "Libro Blanco sobre el sistema de formación en el trabajo", Rosell aseguró ayer que son las empresas quiénes deben decidir en qué forma se realiza la formación para el empleo, ya que el éxito de la formación es el de las empresas.

La CEOE alertó de que España se encuentra en el puesto 32º del mundo y en 14º de la Unión Europea en competitividad, algo que se debe en parte a "la inadecuación de los trabajadores", por lo que es esencial la formación para no perder aún más productividad.

La patronal sostiene que el actual sistema de formación, reformado en 2015, ha hecho que un 22 % de las empresas hayan abandonado el uso de crédito formativo, es decir, 103.820 empresas menos usan el sistema de bonificaciones con respecto 2014. De ellas, 99.622 son pymes, que son las que más necesitan la formación, en opinión de la patronal.

La CEOE propone un modelo alternativo para la formación, que primer la participación de las empresas en la "gobernanza" de los fondos.