La compañía británica Zegona (dueña de la operadora asturiana de telecomunicaciones Telecable) y la vasca Euskaltel (que opera con la marca Euskaltel en el País Vasco y Navarra y con la enseña R en Galicia) apuran las negociaciones para intentar alcanzar un acuerdo de integración que podría ser inminente. Mientras que algunas fuentes hablan de semanas (así lo expresó también el consejero delegado de Euskaltel, Francisco Arteche, el pasado día 29), otras apuntan a que el pacto es cuestión de días.

Ambas partes tienen interés en la operación. Zegona, dueña de Telecable desde julio de 2015, no pudo consumar la compra de Yoigo (se la quedó Más Móvil en junio de 2016) y precisa crecer para satisfacer las expectativas de los inversores que confiaron en su proyecto cuando antiguos ejecutivos de Virgin constituyeron este vehículo inversor. De momento, Telecable, aunque circunscrita a un único mercado de poco más de un millón de habitantes, sigue creciendo en Asturias (fue la segunda operadora española que más aumentó su negocio en 2016) y ahora se plantea salir fuera de la región.

El anuncio de Zegona en Londres el 6 de abril de que prepara la proyección de Telecable fuera de Asturias con la posible compra de pequeños operadores del levante y sur español, la expansión nacional de su negocio de telefonía móvil como operador virtual y la proyección a regiones limítrofes de Asturias de los servicios de telefonía móvil y de banda ancha y televisión mediante acuerdos con otros grupos, han podido acelerar las negociaciones. El mensaje de Zegona es que Telecable no va a quedarse cruzada de brazos a la espera de un acuerdo con Euskaltel y que cuanto más crezca la asturiana, más cara será la operación para la compañía vasca.

Euskaltel, que cotiza en Bolsa, está presionada por ambas circunstancias. También por el retroceso de su facturación y beneficios en el primer trimestre, la pérdida del contrato que tenía con el Gobierno vasco (adjudicado a Movistar), el fuerte crecimiento del cuarto operador (Más Móvil) tras la compra de Yoigo y Pepephone, la creencia de que Telefónica (Movistar) ultima el lanzamiento de una posible oferta convergente de bajo coste con Tuenti y el pacto por el que Telefónica permitirá a Vodafone acceder a su red de fibra óptica.

Los escollos son dos: el precio que pide Zegona por Telecable y que, aunque parte del pago se haría en acciones, esto conllevaría diluir el actual dominio accionarial en Euskaltel del capital vasco.