El abogado laboralista gijonés Ángel José Balbuena Fernández sigue en la brecha a sus 68 años y tiene cuerda para rato. Al menos si sigue los pasos de la mayoría de sus familiares, que "alcanzaron cerca de los cien años". Balbuena comenzó a trabajar en su época de estudiante, compaginando los libros de derecho con trabajos durante los veranos. Afincado en Gijón en 1978, se colegió dos años después. Hoy sigue ejerciendo como abogado, lo que le resulta fácil por su dilatada experiencia, y como empresario al frente de una asesoría que tiene con un socio y en la que trabajan 11 personas. Sus motivos para seguir trabajando son dos. "Para mí es muy satisfactorio solucionar los problemas de la gente; cuando gano una pensión para un cliente es como si metiera un gol en un partido de fútbol a lo Cristiano Ronaldo", señala. La otra motivación es velar por la empresa y los puestos de trabajo que dependen de ella. ¿Su jornada laboral?: "De diez a doce horas diarias y a veces sábados y domingos".