"El sangrante impuesto de sucesiones en Asturias está fomentado todo tipo de trucos para esquivarlo", afirmó ayer el abogado Álvaro López Castro en su primera comparecencia en la Junta General del Principado. El portavoz de la plataforma que lleva recogidas más de 177.000 firmas contra el tributo destacó, entre esos "trucos", los casos "de divorcios ficticios para desgravar dos viviendas habituales en vez de una". "Si ustedes estuvieran en el despacho sabrían la cantidad de casos que se dan", aseguró López Castro ante los diputados.

Tras la comparecencia, el abogado explicó que parejas de edad avanzada con varias viviendas y un único hijo recurren a divorcios ficticios para que pasen a ser dos los domicilios habituales (uno por cada miembro de la pareja que supuestamente se ha roto) y el heredero pueda beneficiarse de las deducciones por vivienda habitual (de entre el 95 y el 99%) en las dos propiedades. "En algunos casos hablamos de ahorros de más de 60.000 euros", señaló López de Castro, que advirtió de que los divorcios ficticios "son un fraude de ley".

El portavoz de la plataforma intervino en la comisión de Hacienda de la Junta a petición de Foro dentro de las comparecencias del proyecto de ley para reformar el impuesto de sucesiones y donaciones, que entre otras medidas incluye la elevación del mínimo exento en las herencias a 300.000 euros. "La modificación es un parche, su efecto se difuminará con cambios en los valores catastrales, por eso demandamos una bonificación del 99%", señaló López Castro.

El resto de comparecientes, propuestos por IU y Podemos, defendieron el impuesto, pero también criticaron la reforma. El economista y profesor universitario Pedro Alameda destacó la importancia del tributo para lograr el equilibrio de las cuentas y manifestó que una hipotética supresión supondría recortes equivalentes a las ayudas a la dependencia, salario social, víctimas de violencia de género y personas con especiales necesidades. El economista Miguel González aseguró que la reforma pactada por PSOE y PP "está orientada a facilitar el pago del impuesto a quienes ya lo tenían fácil". El experto fiscal Fernando De Dios Moreno señaló que la reforma es una "nueva oportunidad perdida" para haber logrado la reforma que necesita la fiscalidad asturiana. Y Gilberto García, de CC OO, apuntó que el impuesto de sucesiones es un tributo "directo y progresivo que grava la riqueza no ganada con el esfuerzo y el mérito propio y contribuye a favorecer la igualdad de oportunidades y no perpetuar la riqueza en las mismas personas".

Tras las comparecencias, la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, calificó el tributo como "esencial" para la distribución "justa" de la riqueza y defendió una "necesaria armonización" a nivel nacional. La diputada del PP Emma Ramos señaló que el acuerdo con el PSOE "supone una oportunidad ganada en materia fiscal, estamos satisfechos pero no eufóricos" porque el objetivo "es la supresión hasta el máximo posible". Gaspar Llamazares (IU) anunció una enmienda a la totalidad; Cristina Coto (Foro) calificó la reforma de "tomadura de pelo"; Enrique López (Podemos) subrayó que es "ineficaz en términos contables e injusta en términos sociales" y Luis Fernández (Ciudadanos) abogó por "una auténtica" política fiscal a nivel nacional.