Falta relevo generacional cualificado para poder cubrir los puestos que dejarán vacantes en los próximos años cientos de trabajadores en Asturias. La alerta la lanzaron esta mañana en Gijón varios expertos en recursos humanos y en formación, en una jornadas tituladas "Creando Talento" y organizadas por la Federación Asturiana de Empresarios (Fade). No hay alternativas, por ejemplo, en el sector del metal donde están próximos a la jubilación cientos de profesionales altamente cualificados de sus técnicos más cualificados es muy elevada, pero también habrá problemas en la Universidad asturiana donde los docentes tiene una edad media que ronda los 56 años.

Las jornadas dejaron a la luz la enorme distancia que hay entre el sistema educativo y las necesidades reales de las empresas. Los planes de formación no son lo suficientemente buenos para cubrir lo que las compañías van a necesitar en un futuro, y se resaltó la excesiva burocratización del sistema formativo lo que impide que se adapte de forma rápida a un mundo cada vez más cambiantes en el que las necesidad de las organizaciones y las demandas de la sociedad cambian de forma constante.

Constantino Martínez, portavoz de Fade, resaltó durante una de las ponencias que el sistema educativo debería de formar a los jóvenes en las nuevas competencias que demanda el mundo laboral.

Mucho más crítico, Emilio Álvarez, profesor de la Universidad de Oviedo, puso el acento en que el sistema educativo estaba agotado, y que hay muchos profesionales desencantado. También destacó la necesidad de mejorar las habilidades sociales de muchos trabajadores. "A un profesional se le contrata por la aptitud y se le despide por la actitud", destacó durante su intervención.

La distancia entre el sistema educativo y la necesidad de las empresas quedó patente en muchas de las intervenciones. Tanto Pablo García, presidente de las empresas de formación CEAP, como Alejandro Blanco de Seresco, criticaron la excesiva "burocratización" del sistema. Luisa Pérez, directora general de empleo, reconoció el problema aunque aseguró que también hacía falta una mayor relación entre empresarios y administración para conocer las verdaderas necesidades formativas de los primeros.

El presidente de la Fade, Pedro Luis Fernández, aseguró que el reto es mayúsculo y urgió a tomar medidas para adaptarse a los constantes cambios del mundo laboral.