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JAVIER F. LANERO | Cumple un año como líder de UGT-Asturias

"Poner impuestos a los robots ayudaría a pagar las pensiones"

"No entiendo que la Fiscalía quiera prolongar la investigación de los cursos" "El Metal y el SOMA deben afrontar ya la fusión"

Javier Fernández Lanero, en su despacho, con un retrato del fundador de la UGT y del PSOE, Pablo Iglesias, a sus espaldas. IRMA COLLÍN

Javier Fernández Lanero (Mieres, 1973), se convirtió hace un año en el sexto secretario general de UGT Asturias desde el restablecimiento de la democracia y la libertad sindical.

-Cumple un año en el cargo. ¿En qué ha cambiado el sindicato?

-Nos propusimos dar continuidad al trabajo sindical y adaptarlo a los nuevos tiempos. Queremos una evolución sosegada y tranquila. No se trata de cambiarlo todo y tampoco queremos dejar a nadie fuera.

-Anunció un plan de viabilidad ¿Está dando frutos?

-Hemos renunciado a aplicar la reforma laboral del Gobierno, a la que nos oponemos, y hemos llegado a acuerdos con personas cercanas a la jubilación. Estamos aplicando un plan de viabilidad no traumático y sin reducir la presencia en las comarcas porque los afiliados quieren tener su Casa del pueblo y vamos a mantener la actividad sindical en los territorios.

-La Fiscalía ha solicitado prorrogar otros 18 meses la investigación sobre el supuesto fraude de UGT Asturias con los cursos de formación.

-Yo no conocía el problema de la formación y desde que llegué estoy poniéndome al día, y hemos concluido que no hay nada que deba preocuparnos. La formación sí se impartió, sí se justificó, accedimos a esas ayudas de acuerdo con las normas existentes y los cursos y la documentación fueron validados por el Principado. Hemos facilitado todos los datos y los trabajadores del sindicato ya declararon.

-¿A qué atribuye entonces la petición de la Fiscalía?

-No lo puedo entender. La fiscalía y la Guardia Civil llevan más de 3 ó 4 años investigando y la ampliación del tiempo que se pide no es para ampliar las líneas de investigación sino para continuar con lo que ya se estaba haciendo. Esto hace un daño irreparable a la imagen del sindicato que nadie va a poder reparar y también a las instituciones judiciales. El daño ya está hecho. Tampoco se entiende que vayan por la vía penal y no, en todo caso, por la administrativa. Que unos funcionarios (los del Principado) digan que lo hicimos bien y que otros funcionarios (la Guardia Civil) diga que no es un problema entre funcionarios. Se detuvo a seis personas y salieron igual que entraron. Siguen sin estar imputados. Y aún no han declarado ante el juez. No es de recibo este trato que está recibiendo UGT. En España hay verdaderos casos de corrupción de mucha gente que se ha llevado el dinero de todos. Pero seguimos a disposición de la Justicia y dispuestos a colaborar.

-¿Qué retos tienen los sindicatos?

-Tenemos que evolucionar mucho. Nunca hubo un cambio social tan rápido. Y hay muchos retos que debemos afrontar. Hay mucha gente joven muy formada y, a la vez, una precariedad terrible. Se nos exigen soluciones y esto requiere pedagogía porque sigue siendo cierto hoy que lo que no pelees, no te lo regalarán. Las movilizaciones siguen siendo necesarias. Los sindicatos somos lentos en los cambios. En Asturias estamos apostando por un modelo de federación cercano a las empresas para estar más cerca de los trabajadores. Tenemos que estar más cerca de la gente que de las instituciones, ser más transparentes y lograr que los afiliados participen más. Y estoy hay que hacerlo a sabiendas del desafío que entrañan las nuevas tecnologías, la industria 4.0, la robótica y la digitalización, que van a modificar las relaciones laborales.

-¿Por qué defiende los impuestos a los robots?

-Ahora, para hacer lo mismo o más, se necesita menos gente. Los impuestos a los robots son una forma de sostener las pensiones, ayudarían a pagarlas. Hay que gravar las rentas del capital y las empresariales. Ahora los ahorros en costes laborales por la menor necesidad de mano de obra van a rentas del capital y empresariales; hay que pensar en introducir mecanismos de distribución. También hay que postular la desconexión digital: las nuevas tecnologías suponen que la gente no desconecta del trabajo. Y hay que ir a una racionalización de horarios para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.

-¿Cómo ve Asturias?

-Tenemos potencialidades y muchas debilidades. El modelo productivo hay que basarlo en la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). La salida de la crisis no se puede basar en una competitividad de las empresas fundamentada en la precariedad y los bajos costes salariales ni rebajando las reglamentaciones ambientales porque otros países lo harán aún con menos. Hay que ir hacia el valor añadido. En la UE se destina a I+D+i el 2,2% del PIB y el objetivo es llegar al 3%. En Asturias destinamos el 0,73%. También tenemos infraestructuras pendientes.

-Ya se hizo mucho.

-Pero seguimos mal por tierra, mar y aire. Seguimos sin autopista del mar, sin accesos a los puertos y sin Zalia. Las conexiones aéreas son pocas y caras. Y seguimos conectados con la meseta por una autopista de montaña y en la que se paga peaje. Y en el ferrocarril es inadmisible que a cambio de un voto se condene con la variante de Pajares el desarrollo industrial de la región y se causen más retrasos por los cambios de criterio, que se deciden sin respaldo de informe técnico alguno. Dos túneles sólo para viajeros es absurdo y no serán rentables en la vida para una región de sólo un millón de habitantes. ¿Cuántos viajeros va a haber? Quizá lo lógico sería dedicar uno a pasajeros y otro a mercancías, con posibilidad en este segundo caso de adaptarlo en el futuro a ancho internacional cuando haya locomotoras y vagones de carga con esas características.

-Se piden más servicios públicos, más inversiones ingentes, más vuelos baratos... y también pagar menos impuestos. ¿Es viable?

-Necesitamos una reforma tributaria integral, no parches. No me gusta hablar de subir impuestos. Pero si queremos tener servicios de calidad, y si queremos ir al modelo nórdico de cuidado a dependientes y unidades infantiles para favorecer la natalidad y romper las barreras de acceso de la mujer al mercado laboral, no podemos seguir con una fiscalidad menor que en Europa. Si queremos servicios públicos de calidad (sanidad, educación, dependencia, etcétera) hay que pagarlos, y ambas son condiciones para dar una respuesta a la desigualdad. Pero quienes más tienen y más deberían pagar son los menos interesados en la calidad de los servicios públicos.

-¿Ve riesgos en la desigualdad?

-En España aumentan el PIB y los beneficios y se recorta en obra pública y en servicios básicos, y se niega el incremento salarial mientras aumenta la precariedad. Es una "estafa laboral". Los trabajadores pagamos la crisis. A la austeridad se sumó una reforma laboral salvaje, recortes de salarios y de pensiones, cada vez más desigualdad, una tasa de paro altísima y distribución del trabajo: en vez de un contrato de ocho horas, ahora hay cuatro contratos de dos horas. Como consecuencia, no mejoran los ingresos de la Seguridad Social y esto perjudica a las pensiones. Y todo esto lleva a los extremismos. Hay que recuperar la Europa de los valores.

-¿Le inquietan las concesiones del Gobierno al PNV como el cupo, las tarifas eléctricas, la "Y" vasca...?

-Ahora van a gastar el dinero en la "Y" vasca y en Asturias ni se gasta el dinero que se destina. Llevamos con la Variante de Pajares desde 2004. Asturias no tiene peso político en Madrid. No pintamos nada. Somos una región olvidada. Estamos reclamando un acuerdo en Asturias de los partidos de izquierda. Por encima de las fobias y los odios están los intereses de los ciudadanos. En Asturias gastamos más tiempo en justificar con argumentos los desacuerdos que en buscar el acuerdo. Y esto vale para España.

-En UGT de Asturias no acaba de producirse la fusión de las federaciones de la minería (FITAG-SOMA) y la líderada por el metal (MCA).

-Tienen que afrontarla. La nueva federación (UGT-FICA) ya se creó a nivel estatal. La federación ya existe. Aquí solo cabe que haya una y la va a haber. Esto no está en duda. Por lo tanto, cuanto antes se haga, mejor. Ya ha pasado un año desde que se constituyó la fusión en Madrid. Somos la última región en abordarla. Ha llegado el momento de que se sienten a hablar. No queda por mucho por negociar porque ya se hizo en Madrid.

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