Los jóvenes repudian y rechazan la expresión "nini" con la que se ha bautizado a aquellos que no tienen trabajo y que tampoco están estudiando. El Consejo de la Juventud de Asturias asegura que este acrónimo es "ofensivo" y que su uso sólo busca "estigmatizarlos", ya que la gran mayoría de los que están enclavados en esta categoría no tienen un empleo ni se están formando porque no pueden, no porque no quieran como muchas veces se insinúa, critican. La queja llega después de que el Gobierno anunciara un complemento salarial de 430 euros para los menores de 25 años, que tengan la etiqueta de "ninis" y que consigan acceder a un contrato de formación. Los sindicatos han acogido con recelo esta prestación: la califican como un "parche" y dicen que "ni de lejos va a solucionar el grave problema de paro juvenil que sufre España.
"El término 'nini' estigmatiza, estamos ante una generación que está sobrecualificada y que no accede al empleo porque no puede", asegura la presidenta del Consejo de la Juventud de Asturias, Sheila Suárez. Esta expresión para designar al colectivo nació mucho antes de la explosiva destrucción de empleo juvenil que tuvo lugar en España fruto de la crisis económica. Lo hizo en Reino Unido allá por 1999 en un informe elaborado por un organismo ligado al Gobierno, usando el acrónimo en inglés "Neet". Con el brutal ascenso del desempleo de los últimos años, que llevó la tasa de paro de los jóvenes asturianos por encima del 50%, el uso de la expresión fue extendiéndose. A juicio de Sheila Suárez, hasta en ocasiones alcanzar lo "ofensivo".
Pero el Consejo no es el único en esta lucha contra el término. También la secretaria de igualdad y responsable de políticas juveniles de UGT-Asturias, Carmen Escandón, asegura que el término "nini" es una "falta de respeto para la juventud".
La propia Unión Europea utiliza este apelativo para designar al colectivo que se puede beneficiar del reparto de ayudas de su programa de garantía juvenil, dotado con unos 6.400 millones de euros y dirigido a los países que tienen unas tasas de paro entre los menores de 25 años superiores al 25%. Se trata de unos fondos que ahora el Gobierno, después de su pacto con Ciudadanos, quiere orientar para completar el salario de aquellos que consigan contratos de formación y aprendizaje. La medida podría beneficiar a unos 12.000 asturianos, aquellos que están apuntados al plan de garantía juvenil.
Un informe del propio Consejo de la Juventud de España para evaluar el éxito de este programa europeo ya asegura que la palabra "nini" tiene "unas connotaciones negativas" y añade que si estos jóvenes ni estudian ni trabajan "es, en la mayoría de los casos, por una cuestión involuntaria". Se argumenta también que "la mayor parte de ellos está buscando empleo de una forma activa, y muchas de sus familias no tienen dinero para pagarles una educación que está cada vez más cara".
Sobre el complemento salarial que pretende impulsar el Gobierno para este colectivo, Sheila Suárez asegura que "la medida está bien", pero asegura que no va a solucionar el problema del paro entre los jóvenes. Cree que sería más efectivo impulsar nuevos planes formativos que estén orientados a las necesidades reales del mercado laboral, explica. Y alerta de que si no se toman medidas a tiempo en Asturias la fuga de jóvenes se acelerará.
Carmen Escandón, por su parte, señaló que se trata de una medida "propagandística" que, a su juicio, "no va a tener mucho impacto para reducir el paro juvenil. Sólo va a ser un parche". Según apunta, debería haber un plan de choque en serio y negociado entre los sindicatos, el Gobierno y la patronal.
Tampoco le ha gustado la iniciativa a Antonio Masa, secretario de organización de CC OO en Asturias. "La idea de apoyar con dinero público los contratos más precarios nos crea alarma, no nos gusta", asegura. Y apostilla: "Lo que propone es una fórmula de cofinanciación salarial por la que empresarios y Estado se reparten casi a medias el coste de proporcionar un salario digno al trabajador".
