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Asturias está a la cola en recuperación de empleo por su falta de especialización

Una investigación premiada por el CES señala que la política económica debería basarse "en lo que puede ser la región y no en lo que fue"

Asturias está a la cola en recuperación de empleo por su falta de especialización

Asturias es una de las comunidades que menos empleo ha recuperado tras la crisis y ello se debe tanto a la falta de especialización clara en alguna rama de actividad como a la ausencia de sectores dinámicos relacionados entre sí que permitan a la región distinguirse del resto y ser más competitiva. Esa es la principal conclusión del estudio "La resilencia de las regiones españolas después de la gran recesión", que fue coordinado por Begoña Cueto, profesora de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, y que obtuvo el XI Premio de Investigación del Consejo Económico y Social (CES) de Asturias.

El equipo de investigación, formado también por Matías Mayor y Patricia Suárez, analizó la resilencia en materia de empleo de las regiones, es decir su capacidad para resistir los shocks y para sobreponerse a ellos. "Para abordar el estudio adoptamos una perspectiva de largo plazo, utilizando datos de la Encuesta de Población Activa desde 1976", destacó Begoña Cueto.

En ese intervalo de 40 años se registraron tres periodos de crisis y otros tantos de recuperación que muestran la persistencia de patrones distintos en las regiones españolas. Así, los investigadores destacan que las comunidades del este y el sur presentan un mayor dinamismo. Las recesiones tienen un fuerte impacto, lo que conlleva una importante destrucción de empleo, pero la recuperación es rápida, volviendo a los niveles de empleo previos a la crisis e incluso superándolos. En cambio, las regiones del noroeste presentan un comportamiento distinto. Aunque el impacto de las crisis es menor, también lo es su recuperación. "De hecho, Asturias y Galicia sólo consiguen recuperar los niveles de empleo que presentaban en 1976 en pocos trimestres antes del inicio de la gran recesión", destacaron los autores del estudio, que para mostrar las diferencias tomaron como referencia a Asturias y Murcia. El Principado cuenta con 393.000 personas ocupadas, casi 40.000 menos que hace 40 años, mientras que Murcia ha duplicado la cifra en ese periodo. "Que sus tasas de empleo difieran en sólo cuatro puntos (43,4% en Asturias y 47,6% en Murcia) refleja la distinta dinámica poblacional de ambas comunidades", señaló Begoña Cueto tras recoger el premio del CES.

Los investigadores estudiaron en qué medida el distinto comportamiento resilente se explica por la estructura sectorial o por las diferencias en las fortalezas en cada comunidad. "La principal conclusión es que importa más el efecto competitivo que el efecto sectorial", apuntaron los investigadores, que detectaron de nuevo que existe un mayor dinamismo en las regiones del suroeste que en las del noroeste y que el análisis específico de Asturias no deja datos para el optimismo.

Ramas competitivas

En Asturias "hay algunas ramas de actividad en las que la región muestra fortalezas específicas y un mayor dinamismo que la media nacional. Sin embargo son ramas que representan un pequeño porcentaje del empleo y que tienen poco potencial de crecimiento", señalaron los autores del estudio, que apuntaron que en el último periodo de crisis (2009-2013) esas ramas más competitivas que la media nacional fueron industrias extractivas; suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación, e información y comunicación, y en el periodo de recuperación (2013-2015) también la de suministro de agua; actividades profesionales, científicas y técnicas, y actividades financieras y de seguros.

"Nuestros resultados muestran que falta tanto una especialización clara en alguna rama de actividad como un conjunto de sectores bien relacionados entre sí con suficiente dinamismo e iniciativa basados en la innovación, investigación y desarrollo. Cuando nos comparamos con el resto de comunidades autónomas, no logramos distinguirnos; es decir, no se trata de que no haya sectores competitivos, pero no lo son más que la media nacional, por lo tanto no conseguimos diferenciarnos del resto", apuntaron los investigadores, que añadieron que " la clave es definir qué ramas son prioritarias" y que una forma de alcanzar la diferenciación es "fomentar el desarrollo y la puesta en marcha de políticas económicas basadas en las propias particularidades de la región y pensando en lo que puede ser y no en lo que fue". En esa línea, los autores destacaron la importancia para Asturias del concepto de competitividad regional y señalaron que las políticas relevantes son aquellas destinadas a crear las condiciones para que las actividades económicas puedan prosperar. Eso si, advirtieron de "la escasa utilidad de las estrategias en política regional basadas en el copiar y pegar o en la talla única, es decir, en la simple traslación por parte de los políticos de prácticas exitosas, pero en otro entorno regional".

El consejero de Empleo, Industria y Turismo, Isaac Pola, presidió el acto de entrega del premio del CES. Señaló que la visión del Gobierno regional es "más optimista" y que apuesta por la especialización y la I+D+i, pero comparte la necesidad de incrementar el dinamismo y la competitividad.

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