El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, declaró ayer que el Popular tenía más garantías de las que presentó a los reguladores para obtener más liquidez, pero no las presentó. Según esa versión, la entidad disponía de activos que no movilizó, afirmación que cuestiona la diligencia de los gestores. Horas más tarde, el antiguo equipo gestor replicó que había presentado garantías por importe de 40.000 millones por las que se le concedió una línea de liquidez de 3.800 millones. Fue esa inyección la que le permitió aguantar durante unas semanas antes de la intervención. El Banco de España matizó después que el uso de los activos a los que aludió el subgobernador no hubieran evitado la caída.