La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La generación "sí-sí" crece en Asturias

Aumenta el número de jóvenes de la región que combinan el trabajo con los estudios | Son ya más de 9.600

Carmen Menéndez, en la piscina de Rioseco.

Carmen Menéndez, de 22 años y natural de Soto de Agues (Sobrescobio), exprime al máximo cada segundo del tiempo libre que le deja su trabajo para hincar los codos frente a los catorce temas que forman el temario de las oposiciones a la Policía Local que lleva un año preparando. "Suelo madrugar más de lo habitual por las mañanas para estudiar, y voy sacando horas de cualquier sitio", asegura. Estos días cuando cierra los apuntes tiene que ir a su puesto como socorrista en la piscina de Rioseco, durante el invierno es monitora en un gimnasio de Laviana. El suyo no es un caso aislado. Todo lo contrario. Cada vez son más los jóvenes asturianos que combinan un trabajo, generalmente a tiempo parcial, con los estudios en busca de unas mejores condiciones laborales y una mayor estabilidad. Son lo que se ha bautizado como la generación "sí-sí", en contraposición a los "ni-ni", que ni estudian ni trabajan. En el Principado los "sí-sí" van creciendo y de ese colectivo forman parte ya más de 9.600 jóvenes (de entre 16 y 30 años), según señalan algunos estudios.

Pese al agobio de compaginar el estudio con el trabajo y de tener muy poco tiempo libre, Menéndez asegura que "lo llevo bien", aunque reconoce que "conseguir una plaza en su oposición es difícil". La competencia es dura. Sin embargo, su trabajo, dice, le da algo de ventaja de cara a las pruebas físicas que tendría que superar. "Hago mucho ejercicio", apunta. Lo malo, añade, "es que no tengo tanto tiempo para estudiar como otras personas que no trabajan".

La mejoría que viene experimentando el mercado laboral ha abierto la puerta a estos jóvenes a empleos temporales que les permiten, en muchos casos, combinarlos con sus estudios. Según refleja el último estudio del Consejo de la Juventud de España (CJE), en la región había el año pasado más de 9.600 menores de 30 años que tenían un empleo y, al mismo tiempo, estudiaban. Es el doble que en 2015. Son lo contrario de los llamados "ni-ni", un término que las asociaciones juveniles y los sindicatos repudian por considerarlo despectivo.

Pese a que el número de los que sí pueden combinar los estudios con el trabajo va creciendo, continúan siendo una "rara avis" en Asturias y, por extensión en España. E n otros países, en cambio, es lo más habitual. El profesor de la Universidad de Oviedo y experto en el mercado laboral César Rodríguez explica que los "sí-sí" son muy comunes en los países anglosajones, en Reino Unido y en Estados Unidos, y en algunas zonas del norte de Europa como en Suecia. Esto se debe, añade, a que "son países en los que el trabajo a tiempo parcial es más frecuente y existe un mercado laboral mucho más dinámico y con más oportunidades, con un nivel de desempleo muy bajo. En España aún tenemos una tasa de paro muy elevada, y no es fácil para un universitario conseguir un empleo, aunque sea a tiempo parcial".

Hay excepciones. El que lo consiguió fue el ovetense Alejandro Andújar (de 25 años), que trabaja en una cadena de comida rápida y, a la vez, estudia un ciclo superior de Formación Profesional (FP) en Audiología Protésica. Por las tardes y noches sirve hamburguesas, refrescos y patatas fritas, pero por las mañanas va a clase. Y antes de entrar al tajo suele estudiar algo, especialmente cuando los exámenes se van acercando. Así es su día a día. El primer curso lo ha sacado bien, aunque reconoce que "llevaba un tiempo sin estudiar, como cuatro años, y me ha costado algo volver a ponerme a ello". El trabajo le ha permitido independizarse y está convencido de que estos estudios le conducirán hacia una mayor estabilidad laboral. "Hay mucha salida, entre el 80 y el 90% de los que acaban encuentran trabajo", explica. La pega, añade, es que en Asturias ese tipo de puestos escasean. Le queda el segundo año del módulo, que es más práctico y mucho menos teórico que el primero, por lo que tendrá menos que estudiar, lo que le anima bastante.

La profesora de la Universidad de Oviedo Begoña Cueto reconoce que el de los "sí-sí" es un fenómeno que va ganando peso y creciendo de forma considerable. "Cada vez es mayor el número de personas que vuelven a estudiar después de un tiempo trabajando y, por tanto, es más probable que combinen ambas cosas", explica. ¿Por qué se produce este fenómeno? La docente asegura que "se trata o bien de jóvenes que quieren mejorar su nivel educativo, con un ciclo de grado superior o una carrera, o que quieren especializarse en algún ámbito concreto".

Pero no es la única razón, y hay importantes argumentos de calado económico. "El incremento de los precios de la educación junto con la reducción de la renta de las familias hace que algunos estudiantes decidan trabajar para, o bien apoyar a la familia, o bien disponer de unos ingresos propios", asegura Begoña Cueto.

De hecho, la ovetense Carmen García-Bernardo tiene pactado que con el dinero que se saca trabajando en una cadena de comida rápida de la capital asturiana se encarga de los gastos ligados con su emancipación. A cambio, sus padres pagan sus estudios. La joven tiene 22 años y está pendiente de que salgan las notas definitivas del ciclo de grado superior como técnica en promoción de igualdad de género que acaba de finalizar, aunque ya sabe que lo ha aprobado todo. "El primer año me fue bastante bien porque, aunque no podía ir a clase por el trabajo, tanto los profesores como los compañeros me pusieron muy fáciles las cosas y me dejaron los apuntes, en el segundo he tenido más dificultades. Sólo podía ir a clases de forma esporádica", explica. Aunque acaba de finalizar el curso ya piensa en continuar formándose porque reconoce que con su módulo tendría que salir de Asturias para poder encontrar empleo y es algo que ahora mismo no está en sus planes. Su intención es la de hacer la carrera de graduado social, pero esta vez a distancia. Por un tiempo, seguirá siendo una "sí-sí".

Compartir el artículo

stats