El techo de gasto para 2018, que es la base sobre la que se definirá el presupuesto del Estado para el próximo ejercicio, fue aprobado anoche por dos votos de diferencia (175 frente a 173), con el respaldo de PP, Coalición Canaria, PNV, UPN y Foro, la abstención de Nueva Canarias y el rechazo de PSOE, Podemos Unidos, ER, PdeCAT, Compromís y EH.

La propuesta (119.834 millones) es el 1,3% superior al techo de gasto de 2017 y éste fue el argumento fundamental del Gobierno para afear la actitud de los opositores, en particular del PSOE, cuya anterior dirección federal (la de la comisión gestora) sí dio su respaldo al techo de gasto de 2017 pese a que era menor.

El incremento previsto (1,3%) es, no obstante, la mitad del aumento del PIB pronosticado por el ejecutivo para el año próximo (2,6%), y esto fue una de las líneas argumentales de los grupos críticos (continuidad de la austeridad), junto con el asimétrico reparto de las objetivos de déficit entre los distintos niveles de las administraciones. Todas las comunidades socialistas -salvo Extremadura, que se abstuvo- ya se opusieron el viernes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera al reparto propuesto por considerarlo insuficiente para cubrir el gasto social, que soportan fundamentalmente las autonomías.

Aunque el ministro Montoro elevó en una décima el margen para las regiones (del 0,3% al 0,4% del PIB), los críticos mantienen su insuficiencia (ERC dijo ayer que debería ser del 0,88%) y acusan de opacidad al Gobierno porque no explica en función de qué criterios y parámetros asigna los niveles de déficit a cada Administración. Que el Gobierno aumentase en una décima el margen para las regiones a las 48 horas de haber aprobado el 0,3% en Consejo de Ministros y que lo hiciera sin justificar la revisión alimentó aún más el malestar. Y esto se agudizó porque el ministro Montoro admitió el viernes que obedecía no a criterios de equidad, sino "políticos".

El PSOE tuvo que oír ayer las censuras del PP: Montoro dijo que rechazar el techo de gasto es "quedarse al margen de la recuperación" y la vicepresidenta Santamaría acusó a los socialistas de incoherencia. Los socialistas también recibieron un aviso de Podemos. Esta formación y el PSOE coincidieron en el no y en acusar al Gobierno de preocuparse del techo de gasto pero no del suelo de los ingresos, cuya insuficiencia, dijeron, es la causa del déficit público español. Pese a esta coincidencia, Iglesias calificó de "grave" que el PSOE haya permitido al diputado de Nueva Canarias (formación ajena pero asociada al PSOE) "venderse" al PP con su abstención. Los dos grupos canarios y el PNV ya respaldaron el presupuesto de 2017 a cambio de concesiones para sus regiones. Ayer el PNV dijo que su apoyo al techo de gasto no prejuzga su respaldo al presupuesto de 2018, pendiente, afirmó, de las "conversaciones bilaterales".