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Cinco asturianos renuncian cada día a una herencia a pesar de la rebaja del impuesto

El rechazo de legados se mantuvo durante el primer trimestre del año en máximos históricos y no se notó la elevación del mínimo exento del tributo

Cinco asturianos renuncian cada día a una herencia a pesar de la rebaja del impuesto

Cinco asturianos renuncian cada día a una herencia. Durante el primer trimestre de 2017 se contabilizaron en la región 446 rechazos de legados. Es la cifra más alta para los tres primeros meses del año de la serie histórica elaborada por el Consejo General del Notariado. La estadística se mantiene en máximos y ello a pesar de que el 1 de enero entró en vigor una rebaja en el impuesto de sucesiones que supuso elevar de 150.000 a 200.000 euros el mínimo exento y acabó con el denominado error de salto.

El Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) publicó ayer la segunda reforma del año del impuesto de sucesiones y donaciones que vuelve a elevar el mínimo exento (en este caso hasta los 300.000 euros) como principal medida. Además, con esta modificación que entra en vigor a fecha del pasado 1 de junio, la fiscalidad por la adquisición de vivienda habitual por herencia se reduce -al pasar de 10 a 3 años la obligación de no poder disponer libremente del inmueble para, por ejemplo, venderlo- y con el fin fomentar la continuidad y creación de empresas y explotaciones agropecuarias también se modifican los beneficios fiscales existentes y se aplican nuevas rebajas del tributo en la transmisión.

Los efectos de esa segunda reforma están por ver. De momento la primera no ha tenido efectos en la cifra de renuncias a herencias porque siguen en máximos históricos según los últimos datos del Consejo General del Notariado.

Durante los últimos años los notarios han vinculado las altos niveles de renuncias a herencias en Asturias a dos factores claros. El primero de ellos es la crisis económica, que provocó que por un lado en muchos legados hubiera deudas y, sobre todo, viviendas con hipotecas cuyo importe pendiente de pagar en algunos casos es superior al valor de mercado de los pisos por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Además la crisis provocó que muchos herederos no tuvieran liquidez para afrontar el pago del impuesto de sucesiones y el de otros tributos, aunque ese factor debería perder peso con la recuperación económica que ya se está notando en el empleo. Y el segundo factor es la presión fiscal. Asturias era hasta el pasado año, junto con Andalucía, la comunidad con el impuesto de sucesiones más alto. Esa situación se ha corregido con la rebaja del impuesto de sucesiones. Sin embargo, la elevación del mínimo exento únicamente favorece a los herederos de los grupos I y II de parentesco, que se corresponden con los descendientes, ascendientes y cónyuges. No se benefician ni hermanos, ni sobrinos, ni tíos ni primos y ahí se concentran buena parte de las renuncias de herencias, según destacan desde la plataforma contra el impuesto de sucesiones en Asturias, que reclama eliminación.

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