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Más de 150 operarios de veinte empresas ampliarán el tren de carril de Arcelor-Mittal

Las obras comenzarán el 12 de agosto y permitirán fabricar en Gijón vías de mayor longitud para llegar a nuevos mercados

Una de las máquinas laminadoras del tren de carril de Arcelor.

Arcelor-Mittal pondrá en marcha el 12 de agosto la segunda fase de la ampliación del tren de carril de Gijón. En las obras participarán una veintena de contratas y, en los picos de mayor actividad, unos 150 trabajadores. La multinacional siderúrgica completará de esta forma la mejora de este taller para poder fabricar vías de tren de hasta 108 metros de largo -hasta ahora solo se podían hacer de 92- lo que abrirá nuevas puertas comerciales que hasta ahora se le resistían en territorio europeo.

Los trabajos, que durarán un mes, tendrán como objetivo ampliar el sistema de enfriado del acero. Se trata de un método que utiliza la multinacional para conseguir unos acabados de una mayor calidad, más duraderos y resistentes. También se instalará una nueva máquina de ultrasonidos para controlar la calidad del producto y se desplazará una de las cabinas de inspección. Las obras tendrán un coste aproximado de unos cincuenta millones de euros.

Cuando el taller esté listo para producir, señalaron desde Arcelor, se podrá acceder a nuevos mercados que hasta ahora se resistían debido a que la longitud de los carriles que fabricaba la multinacional en Veriña era inferior a la que estaban haciendo sus competidores en el Viejo Continente. Una de las ventajas es que cuanto más largo es el raíl, menor es el número de soldaduras necesarias para construir la vía. Algunos países como Suiza, Italia o Francia ya están demandando que el producto tenga estas dimensiones.

Esta es la segunda parte de la ampliación de este taller que ya se sometió el año pasado a una primera mejora. En aquel momento, se instalaron nuevas máquinas laminadoras con una tecnología puntera y que permite fabricar los pedidos de una forma más flexible, reduce a la mitad los tiempos muertos entre una laminación y otra, recorta al máximo las posibles averías de la máquina e incrementa notablemente la capacidad de producción de la instalación.

Todas estas modificaciones supondrán un vuelco en la forma de trabajar de este taller y, según algunos cálculos, supondrá un alza de la productividad del 40%.

Arcelor-Mittal aún tiene pendiente el inicio de la reconstrucción de las baterías de coque de Gijón. La multinacional reanudó a medidos de junio los trabajos de derribo de los actuales hornos después de que permanecieran paralizados durante varias semanas a la espera de conseguir los permisos medioambientales del Gobierno regional.

La multinacional también tiene en cartera la segunda ampliación de la acería de Avilés, la llamada LD-III, y que tendrá como objetivo modernizar la máquina de colada continua y el convertidor que quedaron fuera de las obras que se ejecutaron durante la primera fase. Los trabajos, que llevan varios meses en estudio en la sede de la multinacional en Luxemburgo, están pendientes de la aprobación definitiva de la dirección. Una decisión que no llegará hasta, al menos, el tercer trimestre del año.

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